Fue al baño para lavarse la boca antes de salir para encontrarse con el mismo chico de siempre. No era de extrañar que vendieran esas cosas cerca, sexo y drogas van casi de la mano. Sin embargo, aquel sujeto no hizo más que disculparse porque ya no le quedaba nada para vender, ni un puto sobre. Aún así, le dio algo de información. Lamentablemente ahora debía ir un par de calles más lejos. (. . .) — Me dijeron que eres nueva aquí y que tienes cosas interesantes a la venta. —Chloe, con los brazos cruzados bajo su pecho y el maquillaje corrido, era incapaz de hacer contacto
*Giro los ojos con ironia ante el primer comentario que hizo. Esperando a que se levantara para que le guie al lugar donde pudieran hablar. Vaya que ese lugar no estaba en buenas condiciones pero igual podia servir para lo que tenia en mente. Asi que solo recorrio el pasillo detras de ella. Ignorando cualquier ´´sonido´´ que pudiera haber en el camino y despues de ingresar en la habitacion cerro la puerta detras de si. Observando a su alrededor en busca de una silla y al no encontrar ninguna solo se mantuvo de pie*
Voy a comprar este lugar. Tu conoces a las chicas que trabajan aqui. Puedes convencerlas de quedarse trabajando. Tengo la ligera ´´sospecha´´ que no les dan el mejor trato en este lugar y les vendria bien tener una nueva Jefa
Aún sonriendo y adormecida, pudo entender lo que aquella mujer estaba pidiendo, lo cual se le hizo extraño, por decir algo.
Parpadeó un poco antes de reír. — No he tenido sexo con mujeres. —advirtió mientras tomaba su pequeña cartera y lentamente caminaba en dirección a la parte trasera del bar, puesto que ahí se encontraba un pasillo iluminado con algunas luces de neón que, en realidad solo evitaban que la gente chocara entre sí, manteniendo el tono sombrío del sitio. Y luego de un par de puertas, Chloe abrió una y entró.
Caminó directo a la cama que estaba frente a ellas, tomando asiento sobre esta con las piernas cruzadas y la mirada perdida en el marco. — Te escucho. —
*Se le quedo mirando con diversion. O al menos eso parecia por la manera en como le observa ponerse de pie lentamente con una sonrisa en el rostro. Lo que realmente ocurria es que estaba observando los efectos del ´´producto´´ que le habia dado. Y estaba complacida con los resultados* Hai. Vine aqui a conocer el lugar. No esperaba encontrar a mi clienta aqui. Pero eso me hace las cosas mas sencillo. Cuanto cuesta el tener un turno contigo? Quiero hablar de algunas cosas *Menciono con naturalidad. Que mejor manera de tener tiempo de hablar con ella que contratando sus servicios y no le importaba el gastar algo de dinero a cambio de obtener lo que estaba buscando*
Tienes un cuarto aparte o algo privado adonde puedas atenderme ? *Pregunto antes de voltear la vista al par de sujetos que trajo con ella. Aun esperando en el lugar donde les indico*
hombro de la muchacha para guiñarle un ojo y hacer que se calmara. Así se comprendía que la extraña mujer «no era» una amenaza a las del club. Aunque eso no quitaba las miradas llenas de recelo por parte de las otras chicas que claramente no se sentían cómodas con su presencia.
Vio la silueta pararse frente a ella, pero no era capaz de reconocer de quien se trataba. Incluso al oír su voz le fue difícil identificarla, por lo cual solo atinó a inclinar la cabeza a un lado, y como estaba bajo los efectos de ese narcótico, se podía notar cuán tranquila y relajada estaba a diferencia de hace un par de horas.
— ¿Qué es lo que buscas? —preguntó curiosa, incapaz de atar cabos y comprender que se trataba de la misma, hasta ahora al menos.
Una de las chicas del club encendió la linterna de su celular y apuntó directamente al rostro de la extraña mujer. Dada la naturaleza del sitio, no se permitía el ingreso de otras chicas que no trabajasen ahí, pero antes de hacer un escándalo por eso, Chloe fue capaz de reconocerla, haciendo que se pusiera de pie, con la dificultad propia de alguien en su estado.
— Ah, ya te recuerdo... eres la que me vendió esa mierda, ¿verdad? —apoyó una mano en el hombro (
la misma joven que hace solo un par de horas habia sido su primera cliente. Le hizo una señal con el rostro al par de sujetos para que esperen ahi mientras ella se dirigia al sillon donde estaba la joven. Con las manos en los bolsillos se detuvo delante* Heyy what a surprise seeing you here
*Aun necesita un lugar. Un lugar donde pueda vender y al mismo tiempo le sirva como distraccion del publico en general. Se habia pasado un par de horas recorriendo el lugar. Tomando notas. Y contacto con un par de sujetos. Hasta que decidio visitar lo que parece ser un NightClub. Si con eso deberia bastar. Ingreso en el sitio con ambos sujetos detras de ella. Ambos vestidos con elegantes chaquetas como si estuvieran llendo a un evento de gala. Gafas de sol negras y zapatos de cuero pulidos y brillantes. Contrastaban completamente con ella que tenia un atuendo deportivo como eleccion de vestimenta*
*Esperaba que hubiera un mini bar donde pedir algo. Y pretender ser clientes al menos por ahora. Hacerse con un lugar asi podria tener ventajas extra como el ser otra fuente de ingresos. Y era en ese momento de explorar el lugar con la mirada que vio a alguien que llamo su atencion...
(...) sentadas en las piernas de hombres mayores mientras estos bebían o fumaban, con sonrisas vacías para caerles en gracia.
Era consciente de ello, por eso no hacía o decía nada, prefería disfrazar aquella escena con esas pequeñas dosis de felicidad mientras la noche pasaba y ganaba tanto dinero como fuese posible.
Tomó la pastilla sin miramientos. Por supuesto, la farsa de aquella mujer era evidente, especialmente con las horas de efecto que podría traer su píldora, lo que incluso alguien como ella podía notar.
Pero no iba a quejarse, no ahora que tanto lo necesitaba. Simplemente respondió un seco «Como sea» y se marchó de ahí para regresar a su trabajo. Otros dos clientes la esperaban así que no debía tardar en volver.
Fue al baño para tomarse la pastilla. Del baño a la sala roja no tardó más de dos minutos, tiempo suficiente para empezar a sentir su cuerpo ligero, la música más lejos y el nerviosismo esfumarse.
Hizo lo que tenía que hacer, dos horas tardó en ello y ahora estaba libre nuevamente. Se quedó sentada en el largo sofá de terciopelo, con los ojos entrecerrados mientras meneaba su torso de un lado a otro, al ritmo de esa seductora música ambiente, entre luces rojas, rodeada de chicas bailando o sentadas en las piernas de hombres (..
*Una cliente desesperada. Y si hacia las cosas bien una posible mina de oro en terminos de ´´publicidad´´. Por lo que extendio la mano para tomar el dinero y colocar la pastilla naranja en su lugar* Esto es completamente nuevo. Te va a durar al menos 8 horas luego de eso ven a verme. Y trae mas dinero. Esta era la unica vez que te haga una rebaja de este tipo *Murmuro y claro el dinero era lo que menos le importa ahora. Lo principal era la popularidad que pudiera ganar con su producto y estaba casi segura que esa chica se encargaria de hacer un buen trabajo de esa tarea* Te vere en unas horas *Comento con una media sonrisa para si misma antes de darse la vuelta colocando las manos en los bolsillos de su chaqueta y salir del callejon*
