❛Un verdadero hijo de Nashdag tiene la mirada rubí como los cristales que invocan a las más fuertes criaturas jamás conocidas; dragones.❜
A Ívar poco le importa su apariencia, pero se enorgullece de poseer la mirada de su madre y la herencia vikinga de su padre.
Era la perfecta combinación de ambos, porque él ególatra, se cree el mejor.