Ver saltar y gritar al menor le parecía divertido, además que demostraba así que ya se encontraba en mejor estado. Claro, Inosuke era todo un caso para estudiar, pero no dejaba de verlo como a un niño. Toda esta pequeña escena no hizo más que robarle una risa discreta. – ¿Quieres esperar en cama por la comida o quieres ir conmigo a buscar a Aoi? –

– El suave tacto a su mano y las cálidas palabras que ella le brindaba le hizo sentir una sensación extraña en el cuerpo, un sentimiento de tranquilidad mezclado con un cosquilleo que no lograba comprender. Luego escuchó esa última pregunta y en respuesta pegó un fuerte grito, levantándose de un salto y quedando de pie sobre la cama. – ¡¡Tempura!!

Mantuvo en todo momento su sonrisa mientras observó atenta al comportamiento tan ''extraño'' del menor. Lo suyo no parecía ser solo el malestar corporal si no emocional. Tomó una de las manos del chico entre las propias, en un intento de brindarle apoyo. – No te preocupes, tus amigos están bien. ¿Deseas algo en particular de comer?–

+Curioso se me queda mirando, flotando sobre ese ser... bastante intrigado+
Ore.... Tú cabeza, es curiosa, pero pareces un ser humano

– Resopló haciendo que saliera una leve cantidad de vapor por los orificios nasales de su máscara. Se sentía inútil tras su última misión por la cuál había terminado en ese estado, quería volverse más fuerte pero su orgullo estaba ligeramente dañado. – . . . Entrenar. Debo entrenar. ¿Monitsu y Gonpachiro ya se fueron?

— ¡Ah! Ya veo. — Sonrió — Habrá que llamar a Aoi para que te traiga algo de comer. — Aprovechó el momento para revisar la temperatura del menor. Se le hacia extraño que estuviera tan tranquilo.

– .... Yo, uhh.

Tengo hambre.

— ¿Estas bien, Inosuke?