—¿Cordura... Onii-chan? Hermoso juego de palabras -sus ojos seguían brillando y de sus ojos parecían salir estelas similares a un fuego dorado debido a su estado de locura que comenzaba a salirse de control, soltó su lanza con brusquedad y se acercó a su hermano y tomándolo con brusquedad de la corbata lo acercó a ella y beso sus labios como si afirmara su territorio, le soltó y relamió sus labios para después observar a la pelirroja- —Escuchame bien, un paso en falso y estás muerta -hizo una seña con su índice cruzandolo a través de su cuello, se acercó a su lanza y la tomó de nuevo dejando el lugar bastante molesta para calmarse de nuevo-
Irina...has elegido un mal momento para venir, acordemos una cita ¿Te parece? - Miró de reojo a Ilce con un claro gesto de molestia, estaba por terminar una tregua que había durado muchos años- Ilce por favor, ten un poco de cordura
-Sus ambarinos ojos brillaron y una muy suave expresión de su magia hizo presencia mientras con sonrisa cabreada se tentaba a tomar su lanza y empalar a tan molesta mujer.-
─ Los mellizos, Dahl, me visitan al mismo tiempo, es curioso, porque tal parece que Ilce todavía no conoce su lugar en la sociedad. ¿No le piensas enseñar, Nadir? Te lo digo porque podría perderse por completo nuestra casi inexistente alianza─. Su mirada se situó sobre el varón, ignorando por completo la figura femenina, para ejercer una suave provocación sobre esta.
—Hermano, no debes tratar con esa clase de gentuza, los tratos menores puedes dejarme los a mí, no me gustaría que su mala calaña te dañe -observo a la pelirroja de arriba hacia abajo con una mirada despectiva y de desprecio-
