El pelicafé solo pudo suspirar y en segundos aquella agradable sonrisa volvió a su rostro mientras movió su mano cual si invitara a alguien a que se acercara.
La enorme espada en la roca se sacudió por unos momentos antes de salir de su prisión y volver a las espaldas del hombre y junto con las otras 3 volverse totalmente invisibles de nuevo.
— Una de mis hermanas salvó al rey, deberías agradecer majestad jejeje, ellas son uno de mis 3 estilos y el que más utilizo
Cuándo estaba por bajar la guardia, la rapidez de los acontecimientos le impidieron hacer mucho más que poner las manos en los mangos de las katanas nichirin y flexiono un poco las rodillas, apunto de saltar conrra el completó desconocido, más la espada que antes fue directo a si de forma inesperada, realmente no lo tocó a el, si no atraveso y atrapó a un demonio a sus espaldas contra una piedra
─ ¡Definitivamente no pienso confiar en ti! ¡¿Qué hiciste ahi?!
Se refirió a las espadas purpuras que habían aparecido de la nada, más tampoco se centró mucho en ello y se dio media vuelta para inhalar profundamente, haciendo que incluso su pecho se alzara un poco; flexiono nuevamente las rodillas, desenvaino las katanas y dio un salto hacía el demonio mientras liberaba el aire tomado, flexionaba los codos y ponia las katanas a sus costados
─ Respiración de la bestia, tercer colmillo: Desgarrar y devorar
Habló en tono bajo para que cuando estuvo cercas del demonio, estiró los brazos
El hombre de cabellos cambió su mirada a algo que había detrás, por un momento su expresión se volvió frívola y extendió sus manos hacia los lados manteniéndolas siempre bajas. Cuatro espadas color violeta aparecieron tras del hombre las cuales inclusive eran mas grandes que su propio portador; este señaló al frente y una de ellas respondió apuntando al hombre y lanzándose en aquella dirección como una bala.
Un demonio había quedado vivo aún y la espada pese a no poder matarlo por no ser del material especial bien que lo había alejado del cazador que no había notado su prescencia y casi terminaba siendo atacado por la espalda por distraido; el demonio quedó atrapado en una roca con la gigantesca espada atravesando su torzo y evitando que pudiese escapar.
— Te faltó uno su majestad cerdo... un sirviente como yo no puede matarlo, eso solo lo puede hacer ¨mi rey ¨
Gruño e incluso soltó un pesado suspiro que salio de la nariz de su mascara, esa sonrisa tenia el significado de burla,mejor dicho, cualquier sonrisa para el es en burla
— Si eres el rey de este lugar.... como es que terminaste tan mal herido?.. —
Una mueca y una sonrisa burlona se dibujaron en el rostro ajeno mientras no podía evitar ver los caminos de sangre sobre su cuerpo, aunque no podía evitar no aceptar la buena forma que este tenía.
— Bayenato? Bien no me molesta, aunque parece que tienes problemas con los nombres extranjeros ¨Rey Cerdo¨
Habló conforme deslizaba las katanas hacia sus respectivas fundas, mostrandose totalmente confiado en sus palabras incluso ignorando las diversas heridas mostradas en su cuerpo completo
─ ¡Soy Inosuke! ¡El rey de la montaña
Tras su presentación, carcajeo un poco mientras apoyo sus palmas a los costafos de su cintura,totalmente orgulloso de su titulo y lo fuerte que se consideraba a si mismo
— Ah, así que esa gente pálida de ojos rojos eran demonios... bien, eso explicaría porqué diablos no se morían por mas que los destrozara, aunque por otro lado, podría decirse que soy un híbrido o algo así, pero que puede hablar un hombre con cabeza de cerdo jajaja!
Su alegría era contagiosa, era un carisma capáz de guiar ejércitos y multitudes, la sonrisa de sus labios no se borraba y pese a llevar dos espadas en su cintura no parecía desear tomarlas en absoluto.
— Mi nombre es Bayaseto, vine de tierras muy lejanas por un trabajo de cazería, mi cliente fué asesinado así que no pudo pagarme y bueno, vago por estas tierras repletas de gente muy curiosa y ¨demonios¨ como tu les llamas!
