Inuyasha

El pequeño zorrito espera a que InuYasha se acerque mas, y cuando lo hace, agilmente saca una hoja de su bolsillo por dentro de su chaleco y un humo se extiende en el lugar, haciendo que una pesada estatua en las manos ajenas para inmovilizarlo, posteriormente saca un pergamino y lo coloca encima de la figura para sellar e inmovilizar la estatua.

-¡JAJA! Te engañe, para que aprendas a no pegarme de nuevo orejas de perro- le sacaba la lengua infantilmente y se cruzaba de brazos.

Si algo era el kitsune era tramposo y astuto. Esas habilidades las usaba para retar a sus mayores como el hanyou o Miroku, que a pesar de que eran como su familia junto con Kagome y Sango, siempre molestaba a los otros dos.

El globo se desinfla saliendo disparado se deshace, mientras el pequeño kitsune aparece ya en su forma normal cayendo un par de metros lejos del Hanyou. su diestra acaricio su mejilla cerrando un ojo ante el dolor que le provoco el golpe y una lagrima saliendo de su ojo recorriendo su otra mejilla.

-Ay ay ay eres un salvaje Inuyasha no tenias porque pegarme.- decia tratando de no llorar por el dolor que tenia en el rostro.

-Tu tienes las perla de Shikon entregamela o moriras- un globo rosa y enorme aparecia flotando frente al Hanyou.

Cuando aprenderás que no puedes desafiarme hermanito

-al ver las intenciones del menor preparandoce con colmillo de acero le clava una espada en el brazo donde el contrario se preparaba para sujetar la espada, asi el con mas calma sujeta a colmillo de acero tirándolo lejos del alcance del menor-

no tengo intenciones de jugar con tus tontos y fallidos movimientos, con esa gran arma que mi padre te ha dado, el cual aun debes de aprender sobre colmillo de acero, pero no me interesa eso

-sujeta al menor del cuello clavando levemente las garras en el, mientras que con la otra mano le apunta el rostro convirtiendo sus garras en veneno-

Intenta atacarme y no volverás a ver la luz del día nunca mas

-observa con molestia la forma en la que le responde el ser inferior-

No me interesa nada esos seres, solo espero el dia que su protector se convierta en un demonio para devorarlos

-camina a pasos cortos rodeando al menor apuntándolo con una de sus espadas rodeandole el cuello, observando sin demostrar algún tipo de sentimiento, para embozar una sonrisa-

A quien atacaras primero hermanito, puedo asegurar que es a esa humana insolente que tanto amas proteger

-se detiene observando al menor con molestia- ¿No se supone que deberias estar ahora mismo con esos estraños humanos?

━ ¡Miren un perro pulgoso! ━ Cierra los ojos mientras sostiene una pequeña risa ━ ¿No me digas que también te caíste en un pozo de Jusenkyo? ━ Pregunta sorprendido por ver aquel hombre con rasgos caninos.