Sí, tienes razón Kikyo —Asiente suavemente con la cabeza tras escuchar sus palabras. Razón no le faltaba a la Miko, no era lugar ni momento para ello— Ya nos encargaremos de ese sujeto cuando llegue el momento adecuado, pero por ahora es mejor que disfrutemos de nuestro presente
—Pronto su semblante se torna más afable, dejando atrás esos pensamientos negativos que ningún provecho le causarían. Momentáneamente levanta la mirada hacia el cielo azul, sosegándose con las nubes que inertes lo matizan—
Naraku... —pronunció suavemente, pero no por ello con falta de dureza. Cualquier tema relacionado a esa criatura los ponía tensos con increíble facilidad, pero no había lanzado aquella pregunta en aras de aumentar ese malestar. Al contrario, estaba ahí para animarlo—.
Comprendo a la perfección el rencor que ambos le tenemos, Inuyasha, sin embargo... Él está muy lejos de esta aldea. Puedo sentirlo; no hay más que espíritus menores rondando por aquí, pero el campo protector que he puesto los mantendrá a raya de atacar a los aldeanos.
Lo mejor sería que hoy despejes tu mente, ¿no crees? Sólo conseguirás empeorar el mal humor.
Jajajaja algo tiene la imagen que te atrae. Debe ser el gesto de gruñetas (?) No es nada Kikyo. Solamente recordé algunas cosas de mi antiguo pasado y cómo ese maldito de Naraku se las arregló para revivirlas.
