« Back to Album · Next »
Hacía tiempo que no permanecía tanto tiempo en el castillo, últimamente se la había pasado viajando, así que tiempo para estar con Máximo tuvo poco. Fue por ello que esa mañana decidió despertar temprano para hacer el almuerzo del Almirante. Algo nutritivo y con dedicación que demostrara su aprecio, que lo hiciera sentir querido.
Eligió los mejores ingredientes y se puso a cocinar con calma, sintiéndose feliz. Esperaba que fueran los aromas de la comida lo que lo llevaran hasta la cocina, donde esperaba sorprenderlo con su platillo favorito.
 
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
-Estuvo un rato largo descifrando que clase de platillo le prepararía, aunque ya se daba una idea por el sonido del aceite caliente, apostaba por completo que sería una milanesa, o al menos eso quería creer. Por su parte solo se mantuvo fumando con tranquilidad, tirando las cenizas en un pequeño platito hasta que terminó y lo apagó contra este. Iba a encender otro pero al divisar que el más bajo había terminado, le dedicó una amplia sonrisa de agradecimiento, aunque sus ojos no tardaron en desviarse hacia el plato. Efectivamente le atinó, pero era demasiado quisquilloso con su comida favorita.-

Veamos que tal te salió. -El panisado se veía perfecto, con el color ideal, ni muy quemado ni muy blanco. Tomó los cubiertos, cortó un trozo y degustó. No estaba nada mal, la mezcla de especias no era la mejor pero aún así le gustó. Alzó su pulgar en una señal de aprobación.-
 
Send Comment

Add a comment...
 
Send Comment