-Había estado pensativo toda la noche después de la reacción de su compañero, comprendía que se sintiera mal por lo que le ocurría a su cuerpo, pero no sabía por qué lo rechazaba. Tenía que idear un plan para hacerlo sentir mejor, así que, mientras fumaba un cigarrillo en una de las salas del palacio, se le ocurrió pedirle que lo llevara a algún lugar lujoso del planeta donde pudieran cenar y divertirse.- Máximo~ -Lo llamó, caminando hacia donde creía que el otro se encontraba, utilizando su voz más animada posible- Hey, opino que tenemos que tener una cita, una digna de mi nivel, obviamente~
-Rió de nuevo, dándole una suave mordida a su labio inferior -¿Comerte? ¿Eres adivino? Porque claro que te voy a comer. Aunque así ebrio como estás, no. -Rió, apoyando la cabeza contra el pecho del más alto- Quiéreme, Máximo... -Pidió, sonando repentinamente un poco triste. Alzó la vista y clavó su mirada ambarina en los ojos ajenos. -Necesito que me quieras. -Tomó aquel rostro entre sus manos, acariciándole las mejillas en el proceso. No estaba seguro de que le entendía en aquel estado, pero no le importó. -Quiéreme más que a nadie en el mundo.-Era un cambio drástico a cómo pensaba hace un tiempo atrás, cuando le aconsejó no enamorarse de él, y es que algo estaba creciendo en el corazón de Indra, algo que aunque se negaba a aceptar, era más fuerte que él.
