¿Ah sí? La verdadera pregunta sería qué no puedes hacer. ━ Estaba muy al tanto de todos los talentos del joven. Era un chico muy capaz que se esforzaba en pulir sus habilidades adquiridas, algo que admiraba de él. ━ Jm, que tierno... pero no quiero el cielo, Ignis... ━ Respondió, antes de dejar un suave besito en el cuello ajeno. ━ Tenerte a ti significa mucho más que el cielo para mi. No puedo pedir más.~

—¿Cuidar de ti? Vamos, reina mía... Sabes que puedo hacer más que eso.— Le encantaba esa forma ingeniosa y carismática que tenía su amada para darle emoción a sus conversaciones. Ignis le abrazó por la cintura, apegando a la pelirroja contra su regazo y con discreción le susurró suavemente al oído. —Yo soy capaz de bajar el cielo a la tierra, solo para ti, mí amor.~

Ya que soy un ángel caído y, como tal, no puedo regresar al cielo... ¿cuidarás de mi? ~ ─ Se aprovechó del comentario ajeno para llevar las cosas en la dirección que ella quería. Luego, apegó su cuerpo al contrario, usando su diestra para apartar algunos de aquellos castaños mechones del rostro del joven.

Apenas tuvo tiempo de reaccionar para atrapar a la peliverde antes de que ambos cayeran. Por suerte tenía buenos reflejos. Se aprovechó del impulso de su amada para girar con ella un poco luego de haberla tomado por la cintura para finalmente dejarla en el suelo. — Vaya... A final de cuentas los ángeles sí se caen del cielo. ~

Sin pedir ni permiso ni perdón, se lanza hacia el castaño, una acción muy inusual en ella. ─ Ignis.~ ♡