« Back to Album · Next »
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
Surcó con delicados roces la cabeza de la joven que se reposaba sobre su hombro, sonriendo a pesar de que ella no podría verle una vez sus palabras alcanzaron sus oídos.
— Bienvenido a la dualidad insoportable de una mujer. — Rió con ligereza antes de besar dulcemente su frente, aprovechando la cercanía. — Y... Me gusta que te guste. — Juguetona, cual minino lamería la piel que antes había besado. — Simplemente reafirmo que me perteneces. — Diría mientras se disponía a rasguñar con una larga caricia de sus uñas bajo las prendas de la joven: no se había percatado que había irrumpido en ellas para poder dejar su marca a placer. Al paso moroso de sus dedos invocaba una brutal corriente que fluía a través de cada nervio de su cuerpo, haciéndole erizar hasta el más ínfimo vello.
— Bienvenido a la dualidad insoportable de una mujer. — Rió con ligereza antes de besar dulcemente su frente, aprovechando la cercanía. — Y... Me gusta que te guste. — Juguetona, cual minino lamería la piel que antes había besado. — Simplemente reafirmo que me perteneces. — Diría mientras se disponía a rasguñar con una larga caricia de sus uñas bajo las prendas de la joven: no se había percatado que había irrumpido en ellas para poder dejar su marca a placer. Al paso moroso de sus dedos invocaba una brutal corriente que fluía a través de cada nervio de su cuerpo, haciéndole erizar hasta el más ínfimo vello.
Add a comment...