hizo reír a los empleados con la intención de humillar en público a quién fuera el amor de su vida, sin siquiera inmutarse ya que el corazón se le hizo de roca y sin tener remordimientos en hacerla llorar o algo por el estilo.
—Antes que se me olvide, quiero los estados de cuenta en mi oficina por favor........si es que eres tan amable.
Responde con un cinismo tal que hasta cae mal, pero lo que hace es solo una probada del infierno que les hará pasar.
SW-User
un asilo mental de donde no pudo salir debido a que la escena de ver el cuerpo de su marido fue tal que le transtorno por siempre, que provoco se hiciera daño a ella misma. Por lo tanto tuvo que mover fuertes influencias para entrar a dicha organización de la cual viene a destrozar.
—Si hay alguien culpable no fue ella, fue el gerente quién cometió el error del cual a la joven presente acusas sin siquiera tener pruebas de lo que dices, así que por favor cualquier cosa pondré el orden.
Aunque siente un gran odio por ella, trata de mantener la calma y haceraventar la culpa que si era de la joven pero por motivos de poder y querer el puesto de gerente culpa a dicho hombre. Consigo trae un sobre beish donde supuestamente dicho hombre fue el culpable con pruebas ( alteradas ) para quedar bien ante los empleados, y haciendo una mueca de aversión le pregunta a Icelyn.
[i]—Acaso tu familia no tiene dinero para un aromatizante de calidad, este piso huele a patas.
SW-User
Llegando de manera prepotente y arrogante, vestido de traje y aparté con esa mirada que ya no era la inocente y dulce de cuando niños ahora era la mirada de alguien que carga demasiao desprecio en su ser y más contra aquella que alguna vez fuera el amor de su vida.
—Que pasa, que fue lo que hizo mi empleada.
Mirando a la empleada la cual se tranquiliza ya que pondrá las cosas en orden, de ese sentimiento de amor ya no queda nada por la jefa de la corporación que ha jurado destruir y para ello para no levantar sospechas entre empleados se hace pasar por un jefe bueno y de fiar para dar poco a poco sus movimientos para hacer daño y al ver los demás empleados que tiene el valor de encarar a tan arrogante mujer este le clava la mirada y responde de manera tajante y seca.
—Sucede algo ? Icelyn ?
[b]Erguido y con una cara de seriedad le hierve la sangre de ver a la culpable de su desgracia y que por culpa de su maldita familia su padre se había suic
Ice se cruzó de brazos y degustó el miedo en el rostro contrario que, a diferencia de sus días de adolescente, ya no sabía dulce sino que tenía tintes amargos. La chica se giró a ver a sus compañeros como si pidiera auxilio pero todos hicieron caso omiso, volteando a seguir sus tareas como si no hubieran estado pendientes hace unos minutos; la incapacidad humana para auxiliarse unos a otros le causó nauseas a Moonlight.
—Quiero ver a tu supervisor y considérate afortunada si no menciono tu torpeza a mi padre. O si sigues trabajando aquí al final del día.
Escuchó que, por la radio que llevaban para comunicarse entre pisos de manera más eficiente, dijeron un nombre que resonó en su cabeza como el eco de un fantasma del pasado... "Ericcson". ¿Sería ese el hombre horrible del que se encargó hace años?
Se abrió paso entre los empleados y científicos como si el edificio ya le perteneciera y es que, a lo largo de su vida, había aprendido a esconder sus miedos con una faceta de orgullo y entereza. En ese sitio de carroñeros era mejor no demostrar la vergüenza de volver al seno familiar después de jurar que no regresaría nunca o acabarían por arrancarle la cabeza.
—Señorita, espere, señorita. ¿Tiene cita?
Era una nueva empleada, Icelyn jamás la había visto antes, pero se presentó ante ella casi como un regalo en bandeja de plata para ayudarla a dejar en claro su posición. Lo cierto es que la fémina no quería hacer lo que iba a hacer, sin embargo los chismosos eran demasiados, habría de tomar la oportunidad como en antaño lo hubiera hecho. Y a la mierda todo su crecimiento personal.
—¿Disculpa?, no sabía que contrataban ya a gente tan incompetente. Supongo que mi cara no te dice nada, ni aunque tenga todas las facciones de tu jefe.
Habían pasado tres años desde la última vez que Icelyn había estado frente a sus padres, el mismo tiempo que llevaba como mujer divorciada y como hija desheredada. ¿Por qué la habían mandado a llamar de un día para otro? La respuesta era sencilla, pero pesaba en los hombros de la nipona como si de un gran costal se tratase: una deuda. Cuando Katara y Leonard habían desaparecido se formaron incógnitas que por sí misma no pudo resolver por más que lo intentó, pues todo apuntaba a que terminaría quedando en banca rota por todos los investigadores privados que estaba pagando y que no lograban traerle ni una noticia que pudiera servirle. A medidas desesperadas... acciones desesperadas, y no había una peor que entregarle el alma al diablo con tal de hacer uso de sus riquezas y conexiones; ahora su ser y tiempo le pertenecían a Moonlights Company.
El edificio seguía siendo el mismo y oliendo a ese limpiador extraño que picaba la nariz y te arruinaba el olfato.
