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Noche de tragos, eso decía en la pizarra que hay en el sitio donde los médicos y enfermeros pegan apuntes desde busca de algún roomie e incluso dejan apuntando reuniones; hoy habría una en el bar que está a unas cuadras del hospital, siempre hacen algo ahí por comodidad para todos. — Esto está algo lleno. — Comentó para si la rubia mientras iba adentrandose al pub, haciéndose espacio hasta llegar a la barra. Aún no reconoce nadie del trabajo y no sabe si beber o no.
 
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JB1535635 · F
Una débil al trago y la otra que debería serlo para detener los desastres. O hacer el intento de. Jenna le sonrió a la contraria en solidaridad conforme escuchaba los problemas de los recientes padres, porque al parecer todavía no podían lograr que su hijo hiciera trucos adorables que robara el corazón de más de uno. Bane soltó una risa entre dientes conforme le daba un sorbo a su bebida.

La muchacha podía parecer como una distraída a su entorno. Ignorante a lo que estaba sucediendo. Sin embargo, era su propia naturaleza la que la forzaba a mantenerse con un pie en la tierra. El otro en las nubes, sí. Pero al menos uno en la tierra que la hizo reparar no solo en el pedido de la ajena a su costado, sino también del par de miradas que dos tíos dirigieron en dirección a la muchacha. La rulosa sonrió desde su lugar y en una solidaridad de mujeres, ladeó su silla giratoria en dirección a la contraria:— ¿Sabes? Eso no puede ser. Estás en un bar, no hay lugar para noches de mierda.
IVss1577489 · 26-30, F
Todo parecía animado, el bar y las personas. La pequeña rubia se hizo lugar hasta sentarse en una banqueta que la dejaba bien pegada a la barra; no planes irse a ningún lado, por ahora. Observa todo su entorno tratando de reconocer a alguien o la noche iba a ser muy aburrido. Pasaron un par de compañeros que la saludaron de lejos aunque tenía la impresión que se iban.

— [I] Qué noche tan merde..[/i] — Expresó para recargando el codo sobre la barra hasta que una mujer que no está muy lejos de ella le habla. — ¿Morado? — Respondió con una pregunta recordando de su pañuelo cuál busco en el interior de cartera para enrollar la tela morada en la muñeca. — Merci. — Comentó en un tono algo subido ya que la música no le dejaba escuchar bien. — Un cóctel sin mucho alcohol, por favor. —Si, es muy débil con la bebida.
JB1535635 · F
... Y entonces yo le dije que no quería meterme en más problemas —amena charla, por supuesto que sí. El par de chicos con quienes hablaba de miraron entre ellos con gracia y la muchacha rompió en risas—. No, ya, perdón. Solo me robé lo robado y lo volví a su sitio. Ladrón que roba a ladrón no comete crimen —sentenció Bane con solemnidad.

Le dio un sorbo a su trago—. Luego aparecí acá y los encontré a ustedes. Díganme, ¿cómo les está yendo con la paternidad? —y así como podía hablar de asaltos y hombres peligrosos, Jenna podía cambiar su foco a perritos y dos recientes padres. Todo muy normal. Conforme los muchachos hablaban, Jenna se repartía entre «aww» y miradas a todos lados. Incluso le regaló una sonrisa a la rubia que se había sentado a su otro costado—. El primer trago sale gratis si vistes algo morado —le pasó el dato mientras que le señalaba su pulsera de ese color. Devolvió su atención al par de chicos.

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