Fenrir... - Se sorprendio un poco de aquella aparicion, pero acepto gustosa, su fiel guardian siempre le cuidaba, le siguio en silencio, mirando de reojo por breves instantes, al Capitan que se marchaba, antes de desaparecer con el lobo por el camino -
-Había hablado el lobo mayor surgiendo de unos árbustos; solo suspiro un poco con calma acercandose a la dedidad tomandola de la mano con su hocico para alejarla, cada paso que da sumia el suelo blando.-
[code]^Dejo que la siguiera pues el reporte lo daría el mismo capitán general a todos los Capitanes y tenientes del Gotei 13 incluido su capitán. Ella ni siquiera miro a la otra mujer que se encontraba ahí solo salió sin prestarle mucha atención.^[/code]
- Con gesto tranquilo, la deidad egipcia de los muertos, esbozo una leve sonrisa - En el mundo de los muertos no hay ni amantes ni esposas, ni hijos o familias, son seres iguales, simples criaturas creadas sin valor Byakuya... - La interrupcion de una ajena, le hizo cerrar agradada los ojos, la reaccion del Capitan, no le paso desapercibida, pero habia hablado con la verdad, ella jamas mentiria, se aparto para hacerle camino - Como desees, Byakuya Kuchiki.
*Escuchar la palabra "piratas" le recordo sus deberes como capitán, que hasta hace unos instantes estuvo por dejar de lado, sin embargo sabía que su labor era más importante, por lo que guardo de nueva cuenta su emblemática zampaku-to para así seguir el paso de la que era su actual teniente, no sin antes dirigir unas cuantas palabras a la fémina a la cual amenazaba*
[code]^Se agachó a recoger todos sus informes mientras acomodaba sus lentes. Cuando los tuvo todos en la mano, se acercó a colocarlos en el escritorio del capitán. Mientras evitaba observar a la mujer que seguramente había tocado algún punto de su capitán. ^
Tengo informes sobre los Piratas pero si gustas puedo volver después
^ Ahora su mirada aprisionada entre los cristales de los lentes miraba de reojo al capitán mientras daba la media vuelta para encaminarse a la salida. ^[/code]
*Bajo por un momento su arma, al escuchar la voz de la que era su actual teniente, sin embargo, continuaba fijando su atención en aquella dama que había osado mencionar de tal manera al gran amor de su vida*
^Pasaba por las ofisinas de la división con algunos papeles en la mano pero no pudo evitar ver que la oficina de su capitán se encontraba a esta hora encendida. Pero aun así y esperando no molestarle entro para darle el ultimo informe. Cuando vio a la joven que le acompañaba solo dejo caer las cosas al suelo.^
*Las palabras de la dama lograron algo que pocas personas habían conseguido, que los parpados del joven se separaran lo suficiente para que sus perfectos y azulados orbes fueran contemplados, de inmediato, sujeto con fuerza el mango de su zampaku-to para así mismo y sin espera alguna, liberar aquel sable, giro sobre su propio eje para de inmediato encarar a la mujer que se hacía llamar deidad*
...¿Te atreves a decirle sirviente a la mujer que más he amado?...
- La delicada deidad se detuvo a pocos pasos del shinigami, mas solo sonrio con elegancia, llevando las pequeñas manos morenas a la cintura, observando la maniobra del joven, retomo su caminar hacia el sin ningun miedo, moviendo sus caderas al compas de su paso, deteniendose justamente detras de el, con una alegre sonrisa -
No debes colocarte a la ofensiva contra una Deidad, no es lo correcto ¿sabes que podria matarte y dejar que tu alma se consuma en el desierto? No obstante e venido, porque has llamado mi atencion, teniendo en cuenta que, en mis aposentos, una de mis sirvientes se llama Hisana y posee recuerdos borrosos tuyos Kuchiki.
