[code]—Yo también perdí a mi familia. —Despues de sus palabras y reacciones, decidió dar su versión a su son. —Fue hace mucho tiempo, ya poco recuerdo de sus destinos. Supongo que soy el único restante, igual. — Tal vez se trataba de un mejor actor que la mujer, pero, si bien el vacío residía, ya no era mostrado en rostro o cuerpo. Entonces, hizo lo mismo con la mujer al notar su cambio; una mirada filosa, no en agresión, más en atracción. —No solo a eso. —Sus ojos, presentes, cambiaron al parecer de un lobo a su caza; sin embargo, no se mostraban señales de agresividad, era una distinta forma de cacería. [/code]
—Bueno… no es que tenga muchas opciones, mis antepasados se extinguieron hace prácticamente… siglos.— Aclaró con serenidad, después de que el trago amargo de aquel recuerdo le volviera; bajó también por un momento la cabeza, luego retomó su mirada hacia él y sonrió de nuevo. — Y por supuesto que comí algo. ¿Por qué? ¿Me vas a invitar?~ — Fue más coqueta al responderle, hasta le hizo ojitos, pero al final sólo se dejó llevar por la risa e hizo un cruce de brazos por debajo de su pecho.
[code]—Si que eres muy particular. —Río, sin un intento de agredir contra su orgullo o independencia. Sus fosas nasales inspiraron una y otra vez en una búsqueda fallida, simplemente desistió. Lo que si pudo notar fue ese aroma singular de la mujer; tal vez por eso se extravió, se distrajo con un mejor olor. —Una paga fallida, supongo. Esos pueblerinos suelen ser algo brutos. —Más cuando se trataba de ladrones. —¿Perdiste tu manada, pequeña? Es peligroso ir por ahí sola, tienes que cuidarte. —Su lado "padre" vino; pensó unos segundos, y se le ocurrió algo. —¿Haz comido algo?[/code]
—¡Espera! ¿Llegaron humanos aquí? Jaja, pobrecillos, no tienen mucho futuro entonces.— Se burló, dada su naturaleza “Youkai” se desentendía un poco de esos seres, usualmente los usaba cómo juguetes. Lo que si la hizo reaccionar más fue el cómo la llamó. —¿Pequeña? ¡No me trates como a una cachorra indefensa!— Respondió con orgullo y firmeza, demostrando su independencia.— Vivo aquí desde hace años, no tengo una manada. ¿Qué hay de ti, por qué vas detrás de ellos? Ya deberían estar muertos.
[code]—¿Ayuda? —Hasta un momento, el hombre quito de su parecer un rostro amistoso, para cambiarlo a confusión. Tal vez su explicación no fue la más acertada, así que decidió tomar otro camino al objetivo. —No, no. Yo entre aquí por cuenta propia. —Una declaración algo fuerte, si es que esto era parte de su territorio. —Un grupo de "humanos" escapo a estos lares, y tuve que venir a intervenir. —Habló con palpable honestidad y honra. —¿Qué haces tu aquí, pequeña? [/code]
—¿Cómo yo?— Paró ambas orejas por la impresión; luego de eso, se inclinó e inhaló profundamente, cerrando los ojos y dejando que el aroma del otro lobo le llene los sentidos. —Ya veo… Yo suelo pasearme por el bosque, lo conozco como la palma de mi mano, pero tú… Pareces forastero. ¿Quieres que te ayude a salir?— El cambio de tono del mayor hizo la situación amena, y la curiosidad de Kagerou era más evidente, su cola moviéndose de un lado a otro así lo demostraba.
[code]—¡Exacto! —La energía del hombre mayor se reflejo en su contraria, tal espejo. La verdad es que solo quería parecer agresivo por unos momentos, hasta darse cuenta de que era alguien de su especie. —¿Como terminaste aquí, de todas formas? Una disculpa, de verdad no sabia que eras como yo. — Una voz mas gentil, varonil resplandeció junto a unas risitas. Dio un giro de 90°.[/code]
—Uh.— Elevó las cejas con incredulidad, y centró más la mirada en el individuo que se presentaba de forma tan curiosa ante ella. Su boca se mantuvo cerrada, fruncida, hasta que volvió a tomar la palabra. — No tienes pinta de querer matarme, ¿estás hablando enserio? ¡Ya sé! ¿Te perdiste en el bosque de bambú?—
