- Por primera vez actuaría como su corazón le mandaba , así que de manera lenta y quizá inesperada sus brazos decidieron envolverle en un cálido abrazo, de esos que transmitían un poco de paz en espera que su prima dejará ir todo lo que le acongojada. Hannaē era experta en sentir las emociones ,por lo que suspiro estando muy cerca de su oído.-

— Te voy a proteger Sakuya, es una promesa ,me están creciendo para que puedas dormir sobre de ellos.

-Bromeo divertida para así por unos instantes separar la unión, así como su madre le había enseñado, otorgó un beso sobre su frente.-

— Lucha conmigo en la calamidad de la vida.

Negó un par de veces con su cabeza. A cierto punto, no sabía como explicar todo lo que vivió en su pasado. Solo el tiempo diría en que momento y como es que se lo contaría a Hannae. Esbozó una sonrisa, tratando de opacar la tristeza en ese ambarino mirar, el cual, para romper el hielo, posó sobre los pechos de la fémina.

─ Sabes... Creo que te están creciendo los pechos, acabo de ver como se alzó un poco tu blusa.

Mencionó esto, soltando una leve risilla. ─ Yo también te daré muchos bocadillos y armen y muchas, muchas cosas, para que seas feliz. ~

— S-Sakuya - san.

-Hannae no sabía muy bien cómo reaccionar ante dichas muestras de afecto, el haber convivido toda su infancia en otra zona dimensional quizá le había afectado un poco. Trago saliva he imitó el gesto de su prima, postrándo con suma delicadeza aquella palma sobre la mejilla contaría, con el pulgar daba algunas caricias amorosas , admirando cada pequeño detalle de aquel rostro.-

— Tu eres muy linda también, sin embargo puedo sentir un poco de tristeza en tu mirada.¿Qué ocurre? Mi madre sí, ella es hermosa sin embargo hace tiempo no la veo, dudo que vuelva.

-Una pequeña sonrisa nostalgica se mostró en ella.-

— Te daré muchos bocadillos para que seas feliz. ¿Sí?

A las palabras de su prima, negó con la cabeza, sonriéndole y teniendo sus mejillas enrojecidas. Nunca había sido halagada por una chica.

─ Iie... Tu eres más bonita, Hannae-chan. Y cuando seas más grande, seguramente serás mucho más bonita.

Se enderezó, quedando ahora sentada. Acercó una de sus manos a la mejilla de la pelirrosada, acariciándola con suavidad.

─ Aunque todas las chicas Izanami son lindas, ¿No lo crees? Tía Narya y Tía Eimi también son hermosas. Incluso mi mamá es hermosa aunque no era Izanami. Y seguramente tu mamá también es muy hermosa.

-Con sumo cuidado retira lentamente aquellos dedos ,sintiendo claro un poquito de húmeda tras explorar aquella fosa nasal, parpadea lentamente y asiente un poco avergonzada, termina por quitarse de sobre ella, sujetó el borde de esa camisa blanca. En un intento casi vano de ocultar aquel prominente pecho.-
E-Esta bien Sakuya-san.. tú también te ves bien, aunque eres más hermosa.

─ Ya lo estás, es más creo que las tienes más grandes que yo. ─ Le dejó hacer, ella tenía derecho a "vengarse", así que sólo cayó de espaldas con la menor encima. Al ver que ya estaba asustada, llevó su diestra sobre sus pelirrosados cabellos, dándole un par de palmaditas. ─ Tranquila, todo era broma. No te crecerán tanto. Al menos no por ahora. Además son bonitos y suaves. Y no estarás gorda. Ya, ya. ─ Siguió dándole palmaditas, esbozando una pequeña sonrisa.

—¡N-no, no quiero estar tan tetona como tú!

-Exclama en un grito desesperado, imaginándose ser tan tetona que termine atorada en la bañera, pataleó con ligera brusquedad hasta que en un movimiento rápido logro escurrirse entre las garras crueles de su prima, quedó sobre de ella frente a frente, le metió los dedos en ambos orificios nasales, mientras que su mano libre le apretujó el seno derecho.-

— ¡¡Eres una pervertida, i-iaaaa no quiero ser gorda!!

─ Sí, estarán enooormes. Tanto que no te quedará tu ropa y se romperá. Tanto que no podrás pasar por las puertas porque te atorarás. ─ Emite risillas, pues lo único que quería causar era hacer que la pelirrosada temiera y así poderle quitar sus gyosas {?}

─ Pero no te preocupes Hannae-chan. Tu prima te salvará. Yo me comeré tus gyosas y así no acumularás grasa y con mis masajes a tus pechos ya no te crecerán tanto. ─ Continuaba presionándole los pechos, riendo, maliciosa. {?}

—!¿E-eh?!
-Se súbito un color rojizo embargo totalmente ambas mejillas ,no solo por el comentario si no por aquella acción inesperada, los palillos salieron volando, y terminó por dejarse caer de espaldas sobre su prima intentando liberarse.-
— ¡Kyaaaa!

─ Y por lo que veo, tu tampoco. 15 años y ya las tienes enormes. ─ Se puso detrás de la pelirrosada y con sus manos le tomó los pechos, alzandoselos y amasandolos. ─ Y aún no terminas de crecer. Que envidia, te crecerán más {?}