[code] Apreciaba cada caricia que proviene de Kai. Habían pasado mucho tiempo desde la última vez que lo ha visto a su amado esposo. Se sonrojo levemente cuando siente la presión en uno de los glúteos propios por la mano masculina y respondió con un susurro lleno de coqueteo. ─ Vamos.. Amor mío. Me da curiosidad saber cuánto me extrañaste. [/code]

En seguida elevó la diestra hacia la nuca de su amada albina, con las manos presionó las finas hebras de ese blanquecino cabello, era como si la resguardase contra su firme y remarcado cuerpo; entre tanto, la zurda se deslizó por la curveada espalda hacia uno de los perfectos glúteos femeninos, tan firmes como redondeados, ejerciendo un firme agarre al atraerla, a la par que los labios susurraron cerca del oído ajeno. — Vayamos a un lugar más privado, necesito hacerte saber lo mucho que te extrañé. —

[code] Su amado esposo la lleva contra su bien trabajado cuerpo,acurrucandose contra el torso y hundiéndose en esa unión. ─ Siempre y para siempre. [/code]

Rodeó a su amada mujer entorno a la delgada cintura que ella posee, con el afán de atraerla hacia su cuerpo, disfrutando de la cercanía de la curvilínea figura femenina. — Así será para siempre.—

[code]Sonríe ampliamente mostrando esa perlada dentadura. ─ Tuya, y tú solo mío.[/code]

— Mía