Correspondía la sonrisa que le brindaba su amada, él se caracteriza por ser bastante serio e inexpresivo, mas con ella le era imposible porque la amaba realmente, así que profirió. — Dilo... — Entonces, pudo escuchar el leve susurro que ella le dijo al oído, algo que de por sí le agradó bastante, algo que como siempre lograba la misma picardía en él como si ambos fueran perfectos cómplices.

Suspiro a gusto cuando le tomó del mentón, llevando su vista a la de su amado manteniendo esa sonrisa tan serena sobre los labios y se sentía feliz de tenerlo. ─ Es fortuito saber que te tengo.. Kai. ¿Quieres saber un secreto? ─ Se acercó al oído más próximo para poder susurrar algo en privado , notandose la picardía en los pómulos femeninos se tiñen en un leve coloreado.

Ese vestido exaltaba la belleza de su amada esposa, así como el labial que le da un toque especial; no dudó en acercarse hacia ella y tomarla del mentón con suavidad, en seguida acortó la distancia que los separa sólo para poder atisbarla en la cercanía. — Mis días contigo, los deseo para siempre.

─ Gracias , cariño. Me gusta ponerme así.. Para ti. ─ En esos labios levemente pintados de un tono rosa mate , se dibuja una dulce sonrisa.

— Te ves especialmente elegante hoy, amada mía...