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》La gran ciudad amurallada de Valimar, en una de las estancias, la princesa, se encontraba sentada con una taza de te frente a ella, y unos bocadillos finamente colocados en un plato de cerámica. Había preparado todo para la llegada de su esposo, no le había visto desde que partió a la ciudad costera de Alqualonde y realmente quería verle.
 
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CA1583236 · 36-40, M
~| Dejo un pequeño beso sobre la frente de su hija, acariciando su cabeza con cuidado cuando las puertas de la ciudad portuaria, se habrían para recibirles. |~

⸺ Ojala pudieras sembrar también el cacao de tu padre querida mía. ⸺


~| Se aproximaron al mercado del pueblo donde había todo tipo de productos que se cosechaban o traían de otros puntos de Valinor. |~
I1583187 · 36-40, F
- Sonrio ampliamente cuando su padre hizo aquel gesto amoroso, realmente amaba cuando su padre hacia esa clase de actos, era muy cariñoso con ella y eso le hacia sentir que un no había crecido para convertirse en aquella princesa.-

» Gracias padre estoy muy emocionada quiero mi propio huerto para poder ver crecer las fresas de mamá, las manzanas de Eldä y la lavanda de Drim.


- Su actuar parecia el de una niña porque recordaba bien como a cada uno le gustaban aquellos frutos, sus sabores y texturas. Comenzó incluso a tararear una canción mientras llegaban a su destino.-
CA1583236 · 36-40, M
~| Aún con la posición le colocó uno de sus mechones detrás de la oreja en un gesto paternal.|~ Te haré un invernadero para que veas la calidez de los frutos de Yavanna, un lugar que sea enteramente tuyo y puedas apreciarlas.~| Aún mantuvieron su curso hacia la puerta este y así llegar a donde los grandes chocolateros hacían aquel Preciado postre pues eso era lo que le había motivado a ir ahí en primer lugar. |~
I1583187 · 36-40, F
- No se sintió regañada, ni nada por el estilo, pero aun así bajo un poco la mirada analizando las palabras que él le había dicho. -

» En definitiva las flores alegran la vida de todos.

- No iba a admitir que a ella muy pocas veces le habían llevado flores, pero disfrutaba pasar el día en los jardines de Valimar y sobretodo donde daba clases de literatura a los elfos que había llenado de plantas que más parecía un invernadero que un salón de clases.-
CA1583236 · 36-40, M
[i] Tu abuela puede tener todas las plantas del mundo, de Valinor y la Tierra Media, pero también merece que le adornemos su habitación. ~| Sus palabras no eran severas por el contrario eran, naturales incluso melodiosas, explicó con tal calidez para que su hija pudiera entender. |~ ¿A ti no te complacería que te llevaran flores? ~| Está vez ladeó un poco la cabeza para poder ver el rostro de su hija, era importante que entendiera que no había que temer, su madre podría ser imponente pero era una buena madre y se preocupaba por ellos así como de todo Valinor. |~
I1583187 · 36-40, F
» La abuela Yavanna puede plantarlas ¿no crees que sería un desperdicio si le compramos unas cosechadas?

- La pregunta era genuina y más cuando ella era la señora de la naturaleza aunque estaba de acuerdo en que nunca la visitaba, de alguna forma le daba un poco de ¿miedo?, era imponente aún más de lo que lo era su abuela Varda y ella era la reina de Eä, pero solo tomó el brazo de su padre y continuaron su caminata a la puerta Este para comprar lo que hacía falta.-
CA1583236 · 36-40, M
~| Una risa algo discreta se externó, acercándose a su hija y tomando sus compras para llevarlas él, a decir verdad le daba mucho gusto que ella pudiera recordar lo que todos gustaban, textura y sabor, realmente ese aspecto de su hija era algo que a él le llamaba la atención como ella podía recordar cada cosa por mínima que fuera, sobretodo si se trataba de ellos, después le ofreció su brazo para que ella pudiera tomarlo y dar marcha a la puerta Este.|~ Vamos por ese chocolate, después pasaremos por las flores de tu abuela, deberían tu y Drim visitarla más a menudo.
I1583187 · 36-40, F
- Sonrió como una niña cuando él aceptó ir por la trufas a la puerta Este realmente estaba imaginando un momento familiar, donde cada uno comiera el postre y o bebida que más gustará. Para ello se acercó al panadero y pidió dos pasteles de lavanda, junto con un saco de té de arándano, pero Justo cuando pensó que todo lo que llevaba era suficiente, recordó que su hermana gustaba del té de fresas, así que también pidió un saco de aquel té, extrañaba los días donde todos podían tomar una buena taza de té. -

» Bien tenemos todo lo de la panadería, vamos por esas trufas

- Dijo tomando sus compras no sin antes dejar las dos monedas de plata que costaba todo ello.-
CA1583236 · 36-40, M
~| Le mantuvo tomada de la mano mientras caminaban a la panadería para pedir aquel bocadillo de un color entre lila y azul, un tono que para él hacía referencia a sus hijas ambas de distintas tonalidades, no en referencia a su piel, si no, a su carácter, una seria como su madre, mientras que la otra era como el arcoíris. |~ Bien iremos por las trufas. ~| No podía decir que no a la idea de comer un poco de chocolate.|~
I1583187 · 36-40, F
- Su risa era contagiosa y más para alguien como ella, por lo que ella también sonrió, tomando la mano de su padre misma que le hacía tener esperanza con todo y que todo mejoraría para bien. Después del todo caminar y con la luz de Telperion aun iluminando todo en Valimar, llegaron aquella panadería donde podían obtener aquel pastel de lavanda y el té de arándano.-

» Mira aún quedan pasteles pero trufas ya no hay, crees que de regreso podamos ir a la puerta Este aún hay algo de tiempo.

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