Dicho eso el hombre comenzó a caminar en aquella dirección no alejándose a mas de 10 o 15 pasos del macho de cabellos rojizos mientras observaba con curiosidad su al rededor. Realmente se le veía fascinado de esa tierra nueva por mas que haya dicho que detestaba su clima.
— ¿A sus armas le hablaba? Era muy raro. No podía evitar sentirse así de extraño, pero el como dragón no iba a poder decir nada que no fuese peor. Aguardó en incomodidad, miraba hacía la nada en instantes. Ajustó el escudo de su espalda, mientras daba un par de pasos hacía el horizonte, mirando el norte. Señaló, listo para partir— Hacía ahí vamos.
Debes ser muy poderoso. —Sorprendido por ver esa manifestación de magias o de extrañas habilidades. Hijo de un cambiaformas y una ¿Qué? Ni sabía. Pero simplemente espectó, le dió calma, la mayoría de los visitantes de esas tierras jamás volvían a su natural estirpe. Todos morían, simplemente era una tierra muy cruel, pero si el guerrero con sus armas podía protegerles, bien por él—. Perfecto, pero mantengamos el perfil bajo. No queremos que se concentren en nosotros antes de tiempo.
— "Oh vamos ... Son ogros! Si estamos en las tierras del norte y eso los hace mas salvajes sí... " — Sus primeras palabras fueron en el idioma de los dragones y luego cambió a su lengua común — Pero vamos, ahora no estas solo, tienes al hijo de un cambia formas y una gorgona a tu lado y a sus hermosas 4 hermanas~—
A sus espaldas aparecieron 4 espadas violetas con runas grabadas en sus hojas, todas singularmente eran mas grandes que su portador pero estas estaban ordenadamente separadas, dos a cada lado del hombre y una a la par de la otra.
A veces trabajamos separados. No es mi compañera o algo así, solo a veces trabajamos juntos...—Que difícil era explicar eso, por eso cuando le soltó prefirió simplemente acariciar los lindes de su escudo, con abultada calma para suspirar en un simple quejido— Ella sabe dónde estoy, así que nos alcanzará cuando pueda. El trabajo es complicado, el Jefe me ha enviado a averiguar el estado de una Comuna de Ogros del Norte. Es una tarea muy peligrosa, las lineas ogras son terribles.
El apretón fué firme y digno de un contrato sellado, le miró directo a los ojos mientras el draconiano podía divisar como las pupilas de el aventurero eran de forma rectangular.
— Un trabajo? BIEN HAGAMOSLO! Por cierto... Tienes un aroma contigo, si tienes una compañera puedes traerla, no voy a dejar que dejes a tu gente en estas tierras heladas jajaja!
Por un momento creí que habías asesinado a una niña. —Suspiró con calma, lo que menos quería era tener conflictos con algún cazador de esa índole. Sonaba muy noble en sus actos ¿Era así? La vida le hacía un poco desconfiado, pero el carisma del contrario borraba cualquier conflicto que podría otorgarle. Muy pocas personas eran amables con él, al punto de tratarlo como un igual, estrechó su mano con la propia diestra, afirmando—. Me gustaría entonces, no me importa la dificultad del terreno. Pero antes de continuar mi viaje debería terminar una tarea ¿Te gustaría ayudarme?
