-Mientras el barman se alistó para ir con su sombrero de copas, su saco. La mujer gira sobre sí mísma, un destello de luz emana de su cuerpo y aparece vestida con un traje elegante negro, posando con un par de naipes para sonreír levemente.-

Dicen que las mujeres hermosas son la herradura de la suerte para los ludópatas, así que yo seré la suya, Husker. Sé jugar apenas el solitario y corazones, esos juegos me fascinan.

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¿Al casino? Bien, pero primero debemos hacer algo.

-Tomaba su sombrero de copa además de un saco que había guardado hace ya tiempo para una ocasión especial -.

Vamos, será divertido volver a ese lugar.

Es muy reconfortarte abrazar a las personas que estimas... Es eso que nos hace humanos. Lo dice una amazona que fue arcilla antes de "nacer".

-Ciertamente, no arañaba cómo humano pero sea cuál sea la forma que tenga el hombre, su esencia es la misma.-

¿Por cuanto tiempo será humano?. ¿No le gustaría ir a un casino del Mundo del Hombre?.

-Así llama la mujer al Mundo de los Vivos.-

- Fue extraño hasta cierto punto volver a abrazar como humano, si bien la sensación era la misma almenos ya no arañaba al darlo -.

Curioso pero agradable.

Se ve muy guapo cómo humano, hasta tiene el mismo gesto de malhumorado, Husker. Permitame que lo abrace. -La mujer abraza a su amigo suavemente y brevemente para no incomodarlo.-