Tomó un pequeño espejo, mostrando al estoico hombre su reflejo en él. —Oh vamos, ¿Vas a darle la contra a tu jefa? Si puedes preparar un cadáver puedes delinearte los ojos. ¡Ve que lindo te queda! Además así te verás más lindo para los clientes, quizás hasta compren más.~

— Pero... Yo no sabría hacerme esto todos los días antes de venir a trabajar. — Se excusó tratando de evitar su pedido. (?) — Perdón.

—Y...— Hizo una última línea, cual artista pintando al óleo, solo que su lienzo era usualmente la fría piel de un cadaver. —Ya está.— Esbozó una sonrisa que un atisbo de malicia tenia al ver terminada su obra. —¡Me encanta! Quiero que vengas a trabajar así todos los dias.

— Hah... — Suspiró resignado. Tampoco había intentado detenerla, sabía que intentar llevarle la contra de poco le serviría.

—Bueno no lo recuerdas porque no lo hiciste.— De lo más contenta sigue delineándole los ojos.

— ¡Hey...! No recuerdo aceptar que me hagas esto.(?)