-Diana aprecia el gesto caballeroso de su amigo barman durante el viaje en taxi hasta que llegan al casino, enfundada en un bello vestido cómo las damas que visitan tal establecimiento.

Ya estando sentada al lado de felino, viendolo cómo juega al BlacJack y los naipes que tiene en su mano cómo un amuleto de la suerte, Diana esbosa una ligera sonrisa. Sabe que las mujeres hermosas que acompañan a los jugadores traen buena suerte, siempre los gentleman, los mafiosos y hombres importantes vienen al casino acompañados por una bella dama.-

Sí, sin alcohol. Aún estoy amamantando a mi hijo menor, es un huroncito pequeño aún. Cuando mi pequeño deje de tomar leche materna, cumpliré mi promesa de beber toda una noche contigo, Husker.

-Como aun mantenía algunas costumbres de su otra vida Husk dejo pasara la amazona antes que el al taxi y entonces este arranco y los llevo al casino que este solía frecuentar, estos en donde habia ademas de juegos, espectáculos para divertirse mientras se podía beber también una copa.

Después de unos minutos ambos llegaron y el y su compañera se adentraron en el casino para empezar a jugar, el felino busco una mesa de BlackJack y empezó con apuestas simples, solo para pasar un rato en lo que ordenaba un par de tragos para ambos-

Sin alcohol para ti ¿verdad Diana?

Sonrié suavemente, con un poco de pena viendo la reacción muda de su camarada, logró causar una buena impresión y deslumbrarlo con su vestido. Sintiendose feliz en cierta manera, nunca pensó que estar en el Infierno hubiera clase, distinción, señores y damas. Aquel tipo de vida ya le estaba gustando demasiado, agradeciendo ser una princesa aunque fuese una guerrera fue inculcada con valores, elegancia, modales, respeto, educación, arte, elocuencia y cosas que en un mundo de sólo mujeres es pan de cada día pero en el Mundo del Hombre actual, sólo se da en los multimillonarios mientras que en el Infierno siempre la finura donde quiera que vaya.

Observó al felino acomodarse su pajarilla, su sombrero de copa y tomando la mano que le ofrece.-

Gracias, Señor Husker. Me da mucho gusto verme muy bien. ¿Ahora si parezco una verdadera princesa sin armadura ni armas que dé miedo?.

-Obviamente, la única arma que lleva es su anillo de poder violeta, ya estando afuera esperan por el taxi.-

-No había bebido ni dos botellas y su pajarilla se había corrido un poco combinando está con la forma en la que él ladeó la cabeza tras enderezarse en su asiento y al ver tan grande transformación, si era cierto ella ya era atractiva pero con todo ése esplendoroso vestido simplemente se quedó mudó.

En su época ni existían vestidos así, se levantó y acomodó como pudo su pajarilla poniéndose su sombrero de copa y extendiéndo la mano hacía su amiga, ciertamente le daría mucha suerte, no había dudas-

Te ves muy bien.. -Carraspea aclarando su garganta y cuándo están afuera llama un taxi para que los llevé hacía el Casino, sería una noche larga y no quería que nada arruiné sus atuendos-

-Pasada las dos horas, una peculiar, alta y bella mujer saludo a Charlie, la dueña del hotel con un fuerte abrazo, un beso en la mejilla entre sonrisas luego se sumó Vaggie que se mostró alegre y cariñosa con Diana, quién les dijo que saldría a dar un paseo dejando tranquila a las dos mujeres, para luego Vaggie llevarse a la señorita Magne a firmar unos documentos.

La amazona lucía un elegante vestido negro decorado con piedras doradas, plateadas y hasta negras, era una princesa después de todo. Su cabello que era azabache ahora tiene color castaño desde la mitad de su cabello largo hasta las puntas, no era permanente así que no era de preocuparse. Zapatos de tacos bajos para no verse más alta de lo que es (1.85 descalza), para su suerte, ahora estaría de la misma estatura del felino.

Llega a la sala de estar donde se encuentra con un sentado Husker.- Ya estoy lista, Husker.

-Dicho todo regresó a su habitación caminando por el pasillo del hotel y apenas entró se arrojó a la hamaca para dormir unos minutos, tendía a pasar las noches en vela pero ahora tenía que ganar dinero, no podía distraerse.

Pasadas dos horas el felino se levantó y empezó a prepararse para su salida al casino junto con Diana, se puso una decoración blanca en sus puños y dónde empezarían sus zapatos que nunca llevaba y entre sus cosas también escondió una navaja en caso de que las cosas se complicarán en el bar-

Ya estando listo salió de la habitación y se dirigió a la sala de estar donde por primera vez le dió la bienvenida la dueña del hotel, Charlie. Tomó una botella y se sentó esperando a la amazona-

..

Te daré un momento para que puedas refrescarte mientras iré a cambiarme, mi querido amigo.

-Esbosa una gran sonrisa, observando los colmillos amarillos del contrario, queria destacar para brindarle toda la nueva suerte que su camarada pudiera necesitar. Sabia que él ganaría ya que los gatos son inteligentes, astutos, sabios y tienen su buena suerte.-

Perfecto. Pudemos ir a un bar de un planeta alienígena o uno de malnacidos de este Infierno, así no sólo le daremos una lección sino que vamos a ejercitar los músculos y conseguir carne fresca.

-Levanta la madera que da acceso a la entrada y salida del bar para retirarse, no sin antes de despedirse de su amigo con un beso en la mejilla, para prepararse para ir juntos al casino. No sin antes, decirle que se encontrarían en la sala de estar.-

Un comeratas.. pero tiene suerte con lo dados, en fin solo será un momento para refrescarme.

-Muestra una sonrisa con sus colmillos amarillos al oír que si tenía lo necesario para ir, el tampoco se ponía nada en especial pero si llevaba compañía le traía más suerte si destacaba.

Si recuperó mi dinero y líquido ésa deuda iremos al bar más lleno de malnacidos en este infierno o en el espacio para darles una lección Diana.. es una promesa.

Asintió conformando esto y luego empezó a caminar hacía su habitación para prepararse-

¿Que deuda tienes con ese hijo de puta?. ¿Cuanto vas a dormir?.

-Mira a su amigo que se tocó la frente con su mano libre, sabia que algo estaba pensando pero no puede imaginarse que es.-

Sí, tengo un vestido especial para la ocasión porque con este traje de guerrera espacial no puedo asistir.

-Se emociona por la invitación de su amigo, cuando él se dispusiera a dormir se cambiaría aunque sería rápida en ello.-

Después del casino, deberiamos ir a un planeta o a un bar para tener una pelea de cantina. Sería muy divertido, creo que me estoy oxidandome y mucho.

Tienes razón, ahora tengo una deuda con un hijo de puta, solo por eso cuando termine aquí y después de dormir unas horas saldré.

-Se llevo la mano que tenia libre a la frente pensado como recuperar el dinero, tenia poco para apostar, pero quizá la suerte estaría de su lado con compañía-

¿Tienes que ponerte?

-Con eso ya daba a la amazona su invitación a acompañarlo-