— Mi amado Hiro, que puedo decir de ti —Dijo sonriente a la vez que llevaba su mano a acariciar la mejilla de su esposo sin deseos de apartar la mirada de este, sin pensarlo mucho se apegó un poco más a este, dejando pequeños besos en sus labios dando una leve mordida al inferior jalando este con suavidad — Eres encantador mi vida

— Te amo mi Love... y en otras vidas también.. Mhhh ~ — Replicó entre labios apenas interrumpiendo, una de los detalles que él tenía por su esposa, era el hecho de estar siempre atento a sus cualidades, gustaba de acariciarle el cabello, tocarle las mejillas, la nuca y partes de la espalda, siempre aquel contacto físico es como el dragón demostraba su amor, a diferencia de otros que podrían ser más de palabras o gestos.

—Solo se dedico a escucharle disfrutar de aquellos besos que este le brindaba sus manos se deslizaron por aquella espalda pero aún así se mantuvo quieta en su lugar disfrutando del abrazo que su amado le daba, solo pudo sonreír un poco y corresponder a su beso aferrandose a aquellas ropas sin deseos de apartarse de este nuevamente — Mmhh ~ Te amo mi Hiro — Murmuró entre el beso dejando que los propios se deslizaron en los contrarios una y otra vez.

— Lo sé, confió con los ojos cerrados de tu amor... como así tú confias en mi, te amo Love... y que todos sepan que estaremos siempre juntos. — El momento fue ideal, sus rostros acortaron distancias para dar paso a un beso pleno y sincero, dónde sus sentimientos fluían con el movimiento de los labios, de lado a lado, arriba y abajo, un baile romántico de paz en que disfrutaban besarse, terminó el joven dragón por rodearla entre sus brazos, no permitiéndole retirarse. —

— No creo que haya alguien más interesado en mi, así que tú tranquilo Hiromitsu, yo siempre estaré a tú lado — Dijo con una sonrisa sin deseos de apartar la mirada de su pareja, no tardó en dejar suaves caricias en aquellas mejillas sin apartar la mirada de los ojos de su amado, solo pudo besar los labios de este con el fin de no separarse.

— Entonces, duerme conmigo. — Respondió con gesto coqueto el dragón, a lo cual la atrajo hacia él sujetándola de la mano y terminar recostados sobre aquella cama, Hiro se detuvo a mirarla de cerca, admirando la belleza de la joven. — Pensar que deben haber muchos que quisieran estar en mi lugar para amarte y tenerte, pero yo te daré un amor sincero...

— No digas esas cosas Hiro, no deberías estar durmiendo en este lugar — Se le quedó mirando fijo dándole una suave caricia en la mejilla no quería apartar su mirada de aquel rostro, estaba encantada con verle de tal modo —Eres hermoso mi amor

— ¿Umm?... — El joven dragón bostezó despertando de su sueño, abriendo la mirada se encontró con lo que sería su esposa. — Es agradable despertar y lo primero que ver... es a tí.

—Hiro — Le movió con suma suavidad para poder verle detenidamente — Hiro, te quedaste dormido