- ¿Problemas? ¡JA! ¡Esa maldita puta fué capaz de muchas cosas, querida! -Sonrió malévolo, cruzando ahora sus brazos alrededor de la joven pelinegra.- -Cantaré para ti, preciosa. ¿Algo en especial que desees escuchar?

°se sorprende un poco°
¿Por que habla así de sobre su madre? ¿Acaso usted tuvo problemas en su familia?
°hace una sonrisa amable juntando sus manos delante de su cuerpo delgado°
Claro que sí.

- Mi madre en realidad nunca sabía nada. -Respondió con sequedad ante el recuerdo de aquella hermosa mujer de cabellera lila y un hermoso vestido oscuro.- - Mi dolor y mi soledad han sido el soporte para las bellas canciones que recito con mi voz. ¿Os gustaría escucharme cantar?

Que canción interesante. ¿Su madre le enseño, joven vampiro?
°pregunta en una voz suave sin apartar su visita de sobre aquel vampiro°

- Y el destino es tan cruel, baña de lágrimas a sus congéneres y juega con nosotros como piezas de ajedrez. Dulce es la misericordia de aquel que conoce el verdadero amor. -Cantaría en prosa viendo a esa elegante y bellísima joven que casualmente se había encontrado.-

°gira su mirada hacia al pequeño chico sintiendo que él también es un vampiro, no dice nada solo le está mirando escuchando aquella melodía°
...

- Ante la amargura de la noche, podré beber tu sangre, esa congoja que adormece mi voz. -Cantaría el joven Kanato, cuya melodiosa voz, es digna de admirarse.-