Van... aún recuerdo tu mirada, tus brazos fuertes alrededor de mi cintura en cada rescate, en cada viaje sobre tus alas. No sé si soy demasiado egoísta... o inmadura por desear que vuelvas a buscarme, y hasta siento celos de que puedas haber rehecho tu vida en Gaea.
Lo cierto es que aún te espero porque... sé que no eres un sueño... ni una ilusión.