El abrazo de la joven decía más que mil palabras bonitas saliendo de entre los labios de Kaito, ella hacía todo tan especial y tan único. No pudo decir nada, sólo besó su mejilla y ocultó el rostro en su cuello disfrutando el hermoso aroma que expedía la piel femenina.
-Se aproxima a él para abrazarlo fuertemente, pues aunque no sabe decir cuánto le quiere o cuánto le importa, tiene la fé de que demostrándolo de esa forma él lo entenderá.-
¡A-akuma-kun! -Se queda sin palabras, y sólo lo mira a los ojos con una sonrisa pequeña, y un sutil rubor en las mejillas.- Yo también te quiero.. -Termina por confesar.-
[code]Amor, siempre vendré a verte, aunque sea unos minutos, pero deseo siempre estar a tu lado, me haces sentir vivo y en paz. Ésto es algo que hacía mucho no sentía y es todo gracias a ti. [/code]
Sé que tus entrenamientos son muy duros, pero estoy feliz porque estás dedicándote a algo que te apasiona, Akuma-kun.. sólo eso me mantiene esperando con una sonrisa la próxima oportunidad para vernos.