Vaya, parece que es el dia de las sorpresas-no se imaginaba que tenia una puerta secreta, al menos allí ya que todos los castillos tenian una despues de todo, fueran en donde fueran estas. En silencio baja junto con el por aquellas escaleras, observando el ambiente del pasillo luego para ver aquella puerta que le es abierta- Me tienes curioso pequeño -responde sonriendole complaciente, esperando que le abriera la puerta para poder pasar, haciendolo con algo de cautela ya wue despues de todo no tenía idea de qué habia en aquel lugar-
* Justo al momento en que su amo sale del baño el peliblanco se dirige al lado de su cama y presiona una estatua de un león que tiene ahí, al momento se abre una puerta sereta, a lo que el Jinete expresa antes de entrar. — Acompáñeme, por favor amo. * Era una serie de escaleras en forma de caracol que llevaban al sótano del castillo, al llegar al fondo de las mismas un camino, con una alfombra de color morado adornaba el piso empedrado de un largo pasillo, alumbrado con antorchas a los lados, el Jinete camina hasta una puerta de madera la cual abre y le da el paso a su amo.
Un regalo? -pregunta habiendo notado lo fuerte que le abraza, solo palmeando su cabeza luego para acomodarse las ropas mojadas- Claro -al salir de la ducha de inmediato sus ropas se secan, caminando detras de Hirsch en espera de que le indicara a donde debia ir para mostrar su sorpresa-
* El jinete le abraza con fuerza, como cuando por fin estas cerca de alguien a quien extrañaste tanto. — Es bueno que este de regreso mi amo, no estaba preparado para esto pero le tengo un regalo. * Expresa mientras camina a la salida del baño, y pasa por una bata de seda color negro- — ¿Vienes?
-Vasile lo mira con indiferencia en todo momento, pero si llega a abrazarlo cuando se acurruca contra su pecho. Acaricia su espalda lentamente y deja un beso en su frente- Solo por esta vez lo haré, que no se repita -responde con voz severa queriendo dejarle en claro que no dejaria pasar una vez mas algo como aquello- Solo porque te extrañé durante mi letargo y deseaba verte
* El peliblanco muerde levemente su labio y baja la mirada. — Lo se... mi señor, usted mejor que nadie sabe que las bestias por mucho que estén amaestradas, en algún momento se revelaran. * Una vez termina de hablar se acurruca en el pecho del contrario, con su sonrisa característica. — Verdad que lo entiende mi amo, y lo dejara pasar...
-Le observa con superioridad, asintiendo un par de veces y posando su mano sobre su cabeza- No trates de justificarte conmigo, te conozco demasiado bien como para que tus trucos funcionen -toma su barbilla y le hace verle, obligandole tambien a ponerse en pie- Asi que no esperes que perdone tu insolencia, pero me gusta que aun sepas como actuar frente a mi
* Le suelta sin problema alguno e inclina su cabeza haciendo una reverencia para después arrodillarse a los pies de contrario. — Mi señor, estoy a sus servicios, y comprenda... es la apariencia solo tengo 17 años... * Expresa con la cabeza baja y al terminar sonríe de una manera malvada pero no lo logra ver el pelinegro.
Lo se, pero intentaba darte una opción pequeño -aunque le toma del cuello con aquella fuerza ni siquiera se mueve, estando completamente sin ser molestado por el apreton que le da el menor- Entiendo tu molestia, pero no tu arrogancia hacia mi cuando siempre has sido mi mejor subdito, por eso deberé castigarte apropiadamente
— ¿Amabilidad? Mi señor, me conoce y sabe que la amabilidad no es tanto lo que busco. *De un solo impulso llega de donde estaba hasta centímetros de su amo, y con la diestra lo tomo del cuello, con cierta fuerza. — No se preocupe mas, mi señor... Sigo a sus pies, entienda mi molestia solamente.
