- Yo? No soy nada mas que un invitado muy servicial, como ha dejado en claro mi querido amigo Hirsch.

Baja su cabeza levemente, como si fuera a hacer otra reverencia, queria librarse un poco de aquella afilada mirada que le estaba proporcionando el otro albino. No le molesta en lo absoluto que le tomara del brazo, aunque ciertamente no esperaba una reaccion tan fuerte de su parte solo por retirarse, asi que toma asiento al lado de Fudõ para acomodarse y que le trajeran tambien algo de comida que degustar

- Veo que es muy apasionado, eso es muy bueno en un hombre

Especialmente para los negocios, o al menos para la ventaja de Hirsch. Ya sabia que en ese momento estaba acaparando practicamente toda su atencion, no era estupido tenia demasiados años como para no darse cuenta