« Back to Album · Next »
El reino de los cielos se ha abierto es momento de ir a ver a nuestro padre.
 
Newest First | Oldest First
SW-User
Pensando que iba a sugerirle algo aburrido se poda a un lado de Hirsch, sin embargo, los juegos que proponia la ayudante de jinete eran ciertamente del gusto de Tod, cosa que le hace volver a alzar el vuelo para revolotear alrededor de ella

- Me encantaria!

Sin embargo nota joven angel que se presenta frente a ellos, deteniendo sus vueltas alrededor de Liliane para concentrarse en su figura
HirschWeiBerReiter · 26-30, M
—Vamos a matar recién nacidos… O acompáñame al limbo a desmembrar a los no nacidos, es placentero escuchar sus lloriqueos sus lagrimas avivan las llamas de su infierno— Expresa la ayudante mientras sus ojos se llenaban de brillo y sus manos se unían como si esperase algo que anhelaba hace tanto*
El Jinete solo vira los ojos con desprecio ante lo que escuchaba, no pasa mucho cuando llega una figura infantil con los ropajes desgastados la piel grisácea las alas pardas entre negro dorado y blanco, con una dentadura completamente blanca y reluciente, el pelo en un tono rojo encendido y sus orbes dorado con azul.
SW-User
-Se me es dificil ser amable

Susurra para el jinete antes de forzar una sonrisa a la otra ayudante, manteniendose en silencio mientras les observaba y escuchaba hablar sin mencionar palabra de pormedio, eso hasta que vuelven a dirigirse a su persona

- A que te gusta jugar?

Siendo la ayudante del jinete de la muerte esperaba que el "juego" fuera algo que le interesara como alguna masacre o algo parecido, aunque con un simple asesinato ya se conformaba
HirschWeiBerReiter · 26-30, M
El peliblanco le da una palmada en la espalda al pequeño Tod.
[code]— Anda, se amable… ella es la ayudante del Jinete Bayo de la Muerte… Ella se llama Liliane la sanguinaria. [/code]
El Jinete sigue mirando a todos lados intentando buscar a sus iguales.
[code]— Y dime Liliane… ¿Dónde está tu amo? [/code]
Cuestiona a la pequeña.
*— No esta Señor Hirsch el y los demás Jinetes han ido al inframundo a negociar con la hija del señor Obscuro unas cosas, solo nos hemos quedado sus ayudantes— Expresa esta con cara de ternura mientras regresa la mirada rápidamente al pequeño. —¿Jugamos? —*
SW-User
-Si lo vi pero... no me has dicho nada de este trabajo

Observa con cuidado a los angeles y arcángeles que se encontraban haciendo su trabajo, pero su atencion principal es tomada por los otros jinetes del apocalipsis, hasta el momento solo habia visto a Hirsch asi que era una verdadera experiencia para el menor

- Ah... Hola

Saluda de vuelta a la mujer, no gustandole que le llamara pequeñín pero al menos no habia dicho una cursileria mayor. En ese momento observa a su jefe para que le dijera como debia proceder en esa situacion, estaba nervioso y el vibrar de sus alas lo hacia notar bastante
HirschWeiBerReiter · 26-30, M
[code]— Es muy simple, ¿Ya viste quienes están ahí?[/code]
El Jinete señala a los alados que estaban alrededor de los mundos de cristal, los arcángeles y muchos de los ángeles de primer jerarquía aquellos que servían a los arcángeles así como al resto de los Jinetes, siendo el servidor del Jinete de la Muerte el que se acerca revoloteando como una mariposa a saludar a Tod.
*— Hola pequeñín. Expresa un querubín mujer con las alas en tonos rosas y los ojos en color turquesa, el pelo rubio y los labios rojos.*
A su tiempo el jinete solo voltea los ojos, y comienza a buscar a sus alrededores esperando no toparse con alguno de los otros jinetes, ya que seria una verdadera batalla perdida el tener que pelear con los arcángeles y los Jinetes.
SW-User
El que lo fulminata con la mirada solo le hace sonreir de forma mas amplia, haciendo un flip en el aire para seguir el camino a la sala celestial

- No tienes que enojarte asi

Le dice dandole bastantes ganas de palmearle la espalda pero sabia que no podia o ambos terminarian estrellandose entre ellos, asi que solo decide sonreirle y seguir con su camino

Se detiene al llegar a su destino, observando alrededor aquella sala a la que nunca le habia interesado entrar antes, pasando su vista por encima de las velas de vida teniendo unas inmensas ganas de comenzar a soplarlas indiscriminadamente

- Y que tenemos que hacer aqui?
HirschWeiBerReiter · 26-30, M
El peliblanco retoma la conciencia después del percance y al escuchar las palabras del menor solo lo fulmina con una mirada.
[code]— Solo me distraje por un momento…[/code]
El jinete detiene de golpe su vuelo al encontrarse de frente a la sala celestial, era el lugar donde todos los arcángeles se encontraban cada mañana, revisando el mundo y a cada una de las personas que en el estaban, ahí se juzgaban los pecados y se hacían las listas de aquellos que tenían que morir, la sala era enorme toda con muebles de oro y acolchonados con pieles blancas, olor a gardenias por todos lados, en el centro de la sala había dos mundos de cristal, los cuales mostraban las imágenes, todas la paredes tenían infinidad de velas encendidas, estas representaban las vidas de cada una de las personas, y con una placa dorada tenían su nombre.
[code]— Bueno hemos llegado. [/code]
SW-User
-Vamos!

Las alas del querubin de la muerte se mueven con rapidez para mantener el ritmo de su jefe y no quedarse atras, intentando evitar una mueca de asco al ver el ambiente del lugar en el que solia pasar todo su tiempo. El tampoco lo extrañaba, asi que solo asiente estando de acuerdo con lo que dice Hirsch

- Tampoco los he extrañado, a nadie la verdad

Comenta manteniendo la mirada en el camino, deteniendose en cuanto el jinete se golpea contra aquella nube, riendo de inmediato dada la torpeza del otro

- Fijate bien donde vas o vas a terminar tragandote algo
HirschWeiBerReiter · 26-30, M
[code]— No se diga mas entonces mi pequeño vayamos a ver a nuestros adorados hermanos. [/code]
Una vez dentro de los cielos, una ciudad completamente de cristal se vislumbraba, muy cerca, la luz reflejaba arcoíris por todos lados, caballos alados iban de un lado a otro, posándose con delicadeza sobre las nubes, tigres blancos jugaban con los fénix sobre las nubes, todo era tan armonioso y lleno de las risas de los querubines que revoloteaban por todos lados, con sus blancos ropajes y sus perfumadas alas.
[code]— Vaya vida la de aquí, hacia mucho que… Bueno jamás la extrañe. [/code]
Explica el Jinete al pequeño Tod mientras seguía su vuelo y su aleteo se torna aun mas lento que al inicio, quedándose perplejo mirando las circunstancias, se estrella contra una nube de la cual salen revoloteando palomas y colibrís por todos lados.
*Escupiendo plumas* [code]— Maldita sea…[/code]

Add a comment...
 
Send Comment