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HimejiKaai · F
tenía con algunos de sus datos; lo encontró: Un papel doblado, algo viejo, que incluían las tallas de ropa que usaba para cuando salía a conseguir prendas, era para momentos especiales, ya que solía vestir con cosas que le regalaban o prendas suyas ya viejas.
—Mi nombre es Kaai, Kaai Himeji. Tu nombre es muy lindo, estoy feliz de conocerte, Moon.— Agregó mientras ofrecía el papelito junto con el dinero.
—Mi nombre es Kaai, Kaai Himeji. Tu nombre es muy lindo, estoy feliz de conocerte, Moon.— Agregó mientras ofrecía el papelito junto con el dinero.
HimejiKaai · F
De alguna forma, el simple hecho de sentir esa preocupación que tenía la chica por ella, le agradó y tenía un sentimiento que no siempre se presentaba pero le encantaba. Su corazón se sentía cálido y le alegraba.
Le quería comprar un vestido, incluso un chocolate ¿Era posible? Se sentía incómoda, no acostumbraba a que alguien le comprase muchas cosas, ya que, a pesar de recibir apoyo de sus vecinos, tenía la costumbre de valerse por si misma, usando las cosas que le regalaban para vender unas y comprar para sobrellevarlo todo en orden.
Asintió, después de pensarlo unos segundos, pero pronto buscó su maletín y de ahí tomó el dinero que tenía, era suficiente para comprar dos vestidos baratos, pues en la mañana había vendido algunos chocolates.
—Con esto puedes comprar el vestido, yo te esperaré en la cafetería como dice el trato... Hace mucho no tomaba algo rico en ese lugar aunque suelo venir a la plaza.— Aún tenía el dinero en la mano, pero rebuscaba entre sus cosas algo
Le quería comprar un vestido, incluso un chocolate ¿Era posible? Se sentía incómoda, no acostumbraba a que alguien le comprase muchas cosas, ya que, a pesar de recibir apoyo de sus vecinos, tenía la costumbre de valerse por si misma, usando las cosas que le regalaban para vender unas y comprar para sobrellevarlo todo en orden.
Asintió, después de pensarlo unos segundos, pero pronto buscó su maletín y de ahí tomó el dinero que tenía, era suficiente para comprar dos vestidos baratos, pues en la mañana había vendido algunos chocolates.
—Con esto puedes comprar el vestido, yo te esperaré en la cafetería como dice el trato... Hace mucho no tomaba algo rico en ese lugar aunque suelo venir a la plaza.— Aún tenía el dinero en la mano, pero rebuscaba entre sus cosas algo
Moonique · 26-30, F
No quería indagar mucho en la vida de la niña, ni por qué no tenía padres, pero quería dejarla en un lugar a salvo mientras se encargaba de solucionar el inconveniente que había causado su perro, quien se sacudía felizmente contra el pavimento de la plaza. Tras encontrar una tienda bastante cercana, ella suspiró de alivio y guardó el móvil.
— Hagamos un trato. Vamos al café, pide lo que quieras y yo regresaré con algo para que te cambies, ¿si? —Se elevó, y le ofreció su mano derecha a la pequeña, recordando de pronto a su propia sobrina, Noe, a quien tenía un par de años sin ver.
—Por cierto, soy Moon, ¿tú cómo te llamas, petite?
— Hagamos un trato. Vamos al café, pide lo que quieras y yo regresaré con algo para que te cambies, ¿si? —Se elevó, y le ofreció su mano derecha a la pequeña, recordando de pronto a su propia sobrina, Noe, a quien tenía un par de años sin ver.
—Por cierto, soy Moon, ¿tú cómo te llamas, petite?
Moonique · 26-30, F
Poco a poco se desaceleró; la actitud tranquila de la niña le transmitía una paz y calma bastante curiosa. La francesa inclinó su rostro, examinándola con interés mientras estaba agachada a su lado. Pronto su curiosidad se tornó en preocupación. ¿Cómo una niña estaba sola, sin padres, en una calle como aquella? Quizás fuese la costumbre de vivir en zonas movidas y peligrosas, pero se imaginó lo peor, e impulsivamente quería cuidarla hasta tener certeza de que estaría bien, en manos de sus cuidadores o tutores. Estuvo a punto de guardar su teléfono celular, pero pensó en una idea.
— Está bien, voy a buscar aquí si hay alguna tienda de ropa, te compraré un vestido nuevo, ¿okay? —
— Está bien, voy a buscar aquí si hay alguna tienda de ropa, te compraré un vestido nuevo, ¿okay? —
HimejiKaai · F
tomar algún aperitivo en las tiendas, pues afortunadamente podía subsistir ya que sabía cocinar y algunos vecinos, conscientes de su situación, solían ayudarla a que no siempre estuviera sola.
—Pero... Me gustaría ir a tomar un chocolate, seguro ahí alguien podría ayudarme a conseguir un cambio de ropa ¿Tal vez un mantel de mesa?— Pensó. No sabía si eso funcionaria pero de alguna manera estaba contenta por tener aunque sea un rato, compañía
—Pero... Me gustaría ir a tomar un chocolate, seguro ahí alguien podría ayudarme a conseguir un cambio de ropa ¿Tal vez un mantel de mesa?— Pensó. No sabía si eso funcionaria pero de alguna manera estaba contenta por tener aunque sea un rato, compañía
HimejiKaai · F
Kaai estaba en calma, ya había tenido tiempo de reaccionar al incidente pero no fue tan grave para ella. Notaba la preocupación de la chica, así que decidió mostrar más esa sonrisa ligera. Los comentarios respecto a sus padres le hicieron volver a su cabeza ¿Sería así siempre? Estaba consciente de que tener padres era lo habitual, pero no le agradaba del todo alarmar a los demás diciendo que en realidad estaba sola, que sus padres habían muerto en un accidente de autos.
Era algo doloroso, pero ella había tomado más fuerza emocional al haber enfrentado pasado tras pasado, así que solo buscó las manos ajenas y dió unas leves palmaditas con la diestra propia.
—No te sientas mal, pero yo no tengo padres.— Había tomado el móvil que le ofreció, pero casi de inmediato lo regresó a su dueña. —Me gusta venir aquí a pasar el tiempo cuando estoy aburrida, prefiero pasar el tiempo fuera... —
Ante la propuesta de beber un chocolate, lo pensó y asintió. Llevaba algo de tiempo sin salir a to
Era algo doloroso, pero ella había tomado más fuerza emocional al haber enfrentado pasado tras pasado, así que solo buscó las manos ajenas y dió unas leves palmaditas con la diestra propia.
—No te sientas mal, pero yo no tengo padres.— Había tomado el móvil que le ofreció, pero casi de inmediato lo regresó a su dueña. —Me gusta venir aquí a pasar el tiempo cuando estoy aburrida, prefiero pasar el tiempo fuera... —
Ante la propuesta de beber un chocolate, lo pensó y asintió. Llevaba algo de tiempo sin salir a to
Moonique · 26-30, F
— No los veo, pero puedo llamarlos si necesitas que les marque, ¿tienes el número de alguno de ellos? —Pronto tomó asiento junto a ella, y sacó su teléfono, ofreciéndoselo para que llamara ella misma. No podía dejarla ahí como si nada, especialmente con tal brisa, ¡podía enfermarse! Se le ocurrió algo, entonces.
— ¿Qué te parece si te invito un chocolate caliente mientras llegan tus padres? —y señaló la cafetería detrás de ellas, al menos así le mejoraría el día, pensó.
— ¿Qué te parece si te invito un chocolate caliente mientras llegan tus padres? —y señaló la cafetería detrás de ellas, al menos así le mejoraría el día, pensó.
Moonique · 26-30, F
No sabía qué hacer, debería sentirse tranquila por la respuesta de la niña, quién parecía tomárselo con buen humor, pero estaba avergonzada por el comportamiento de su perro, especialmente porque había afectado a su cuaderno, ¡y su ropita! La pobre. Moonique se encargó de amarrar bien la correa de Spike en su cintura, y de que se sentara lejos del alcance de la fuente, y enfocó su atención en la pequeña. No quería ser invasiva, por lo que comenzó a buscar alrededor a algún adulto que pudiera estar con ella. A pesar de que habían personas viéndoles con curiosidad, nadie se aproximó en su búsqueda. ¿Estaba sola?
— ¿Dónde están tus padres, pequeña? ¿Están cerca? — La pelinegra incluso se agachó, y usando las mangas del suéter, le dio suaves toquecitos a la cara de la niña para secar el agua de su rostro. Después vio el cuaderno, rápidamente lo tomó para sacudir el agua y ponerlo en algún sitio donde le diera el sol.
— ¿Dónde están tus padres, pequeña? ¿Están cerca? — La pelinegra incluso se agachó, y usando las mangas del suéter, le dio suaves toquecitos a la cara de la niña para secar el agua de su rostro. Después vio el cuaderno, rápidamente lo tomó para sacudir el agua y ponerlo en algún sitio donde le diera el sol.
HimejiKaai · F
[...] intacto, pero su vestido blanco y largo, simple con florecillas, estaba ajustándose a su cuerpo. Pronto empezó a temblar debido al viento que soplaba.
Una chica le ofrece su suéter, Kaai extrañada y muy desorbitada, lo acepta y se cubre. Su rostro estaba totalmente serio, mirando su cuaderno el cual decidió dejar pasar ante lo mojado que lucía, pero se giró a la chica con el perrito y se acercó.
—Es muy lindo, al menos fue alguien como él y no una persona con intención de dañar. — Esbozó una ligera sonrisa. —Este cuaderno… — Se agachó y recogió su cuaderno, sosteniéndolo entre ambas manos. —... ya no servía, quería tirarlo. Él no tiene culpa y tú tampoco. —
Volvió a sonreír, su intención era que la chica no se molestara con el perrito, amaba a los animales.
Una chica le ofrece su suéter, Kaai extrañada y muy desorbitada, lo acepta y se cubre. Su rostro estaba totalmente serio, mirando su cuaderno el cual decidió dejar pasar ante lo mojado que lucía, pero se giró a la chica con el perrito y se acercó.
—Es muy lindo, al menos fue alguien como él y no una persona con intención de dañar. — Esbozó una ligera sonrisa. —Este cuaderno… — Se agachó y recogió su cuaderno, sosteniéndolo entre ambas manos. —... ya no servía, quería tirarlo. Él no tiene culpa y tú tampoco. —
Volvió a sonreír, su intención era que la chica no se molestara con el perrito, amaba a los animales.
HimejiKaai · F
Permaneció así, con su rostro en el cuaderno, pensando en cómo los niños eran tan diferente a ella, además de lo que solían decir cuando sabían su edad, no le gustaban las burlas hacia su persona viniendo de un infante, sentía que no era algo adecuado, pero todo eso eran pensamientos que siempre divagaban en su cabeza durante esas horas.
Otro suspiro más, cerrando sus ojos, esta vez desconectando lo que pensaba de lo que escuchaba, pues aquellos ruidos eran siempre diferentes, conversaciones de personas, quizá algunos sobre problemas, niños hablando de escuela o cosas que le parecían sin sentido y animales, pero… ¿Gritos? ¿Pasos apresurados de algún animalito? Frunció el ceño sin quitarse el libro de la cara, pero su curiosidad ganó y al bajar el libro su ojos se nublaron por el agua que cayó en ellos al haber comenzado a buscar de dónde provenía el alboroto.
Estaba empapada, el agua incluso había caído en su cuaderno, más afortunadamente su maletín se había salvado y estaba [.
Otro suspiro más, cerrando sus ojos, esta vez desconectando lo que pensaba de lo que escuchaba, pues aquellos ruidos eran siempre diferentes, conversaciones de personas, quizá algunos sobre problemas, niños hablando de escuela o cosas que le parecían sin sentido y animales, pero… ¿Gritos? ¿Pasos apresurados de algún animalito? Frunció el ceño sin quitarse el libro de la cara, pero su curiosidad ganó y al bajar el libro su ojos se nublaron por el agua que cayó en ellos al haber comenzado a buscar de dónde provenía el alboroto.
Estaba empapada, el agua incluso había caído en su cuaderno, más afortunadamente su maletín se había salvado y estaba [.
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