Su rostro esbozó una amplia sonrisa, definitivamente ese día había mantenido aquella emoción y alegría, pues ahora tenía un nuevo amigo.

-No lo dudaré, así mismo, usted sabe dónde encontrarme ya... Sería bueno volverle a ver y saber si a su esposa le ha gustado Nathan.- Al verle cerca de la salida, sólo hizo una reverencia inclinando su torso como señal de despedida, al erguir su cuerpo asintió sonriendo y alzó su diestra para despedirlo.

-Ben y Nathan, los dos ositos más bonitos hechos con grandiosos corazones.- Finalmente suspiró feliz, viendo enternecida la imagen de cómo los ositos se presentaban.

Al momento de ver cómo aquel se levantaba, ella hizo lo mismo, tomando a Ben en sus brazos y estrujándole con cuidado.

-De verdad agradezco que me haya ayudado a reparar a Ben, ahora podré darle mejor cuidado y evitarle más accidentes similares.- Asintió con la cabeza, demostrando en aquello un signo de agradecimiento.

-Suena a un grandioso nombre, uno que seguramente él dará honor y jamás habrá problema.- Veía con emoción el trabajo que el joven realizaba, se imaginaba cómo si aquello se tratara de la presentación de un nuevo rey a un pueblo ansioso, más sólo se trataba de la preparación de aquello.

Se imaginaba las formas en que podría ser finalizado el osito y admiraba el gran trabajo que el joven hacía con sus manos.

-Podría asegurar que su esposa estará feliz de recibir un regalo como el que está haciendo... Su corazón se verá reflejado en ese osito hecho de telas recolectadas por una simple niña.- Sonrió aún más, pues definitivamente su imaginación volaba cada que el osito se encontraba más trabajado.

- Ben es su nombre, es mi mejor amigo. Fue hecho con gran esfuerzo, por eso tiene todo mi cariño.- Con ambas manos tomó las telas que ya había preparado para el nuevo peluche y las acercó al joven, junto con los dos botones perfectamente combinados.

Se levantó del asiento y se inclinó para recoger bastante felpa, con lo que pudieran rellenar al futuro nuevo animalito. Al tenerla en sus manos volvió a su asiento y sonrió amable ante aquel.

-Todo está listo, sólo hace falta que nos pongamos manos a la obra...
El nombre se le podría dar al final, cuando veamos qué cualidades podría tener,
además de la forma... Un nombre que le caracterice.- No pudo evitar sonreír más animada y emocionada, tanto que se puso de rodillas sobre la misma silla para poder tener un mayor alcance en lo que se encontraba sobre la mesa.

─ No hace falta que me pagues nada, con que me estés ayudando a hacer el otro oso para mi esposa es más que suficiente. ─

Asiente en un complaciente gesto al ver la felicidad de la joven a abrazar a aquél peluche, mientras él tomaba aquella "nariz" moldeada por la pequeña, preparaba hilo nuevamente y comenzaba con las costuras de aquél otro animal de peluche.

─ Así que se llama Ben. ¿Verdad? ¿Cómo crees que deberíamos llamar a éste?. ─

-Izanagis, vaya... Bueno, eso es verdad, que los humanos son muy impresionantes muchas veces. -Se quedó pensativa por un momento antes de mirar con asombro y sorpresivamente al osito que había quedado ya reparado.- ¡Bien! Ahora Ben está reparado.-

Acercó sus brazos y tomó al osito, para así acunarlo entre sus brazos, como si fuese a dormirlo, más sus ojos estaban maravillados, era como ver a alguien revivir y tomar color, definitivamente estaba feliz.

-¿Cómo puedo pagar el hecho de que haya reparado a Ben? Todo lo bueno tiene una recompensa, por menos esperada que sea.-