HildaFriederikeKonigliche

[i]No hace falta decir que los vampiros antiguos ni siquiera entienden por qué deberían avergonzarse de su historia, y menos aún reconocer que es la nueva generación la que ha de exterminar sus impurezas y bravuras de sus más infames criminales, la Camarilla debe aniquilar hasta el último de su herencia manchada. Y están manchados.[b] Yo tambíen estoy manchada por mi inocencia[/b], aceptó mis antiguos errores pero también me he alimentado de mi justa retribución, por lo que mi beato clan me ha juzgado y dado la razón. Esta es la gloria del Clan Fundador, los hijos e hijos de un linaje honorable, de noblesse oblige, y demás.[/i]

[center]
[/center]

[u][b]Concepto:[/b][/u] Una asesora de partidos y hacedora de políticos profesionales devenida en noble dama de modales refinados, con un profundo gusto por el orden, el silencio y la disciplina. A diferencia de otros de sus hermanas y hermanas, Hilda deja ver atisbos indirectos de su personalidad, lo que le hace crear al ilusión de humanidad incluso entre sus pares, que pueden ver una extraña pasión ancestral hacía el impulso máximo de las virtudes. Es considerada una kriegerin, una guerrera, pues está entrenada en el combate directo con el uso de armas de filo (especialmente las espadas, sables o cuchillos), las armas de fuego y el combate a manos desnudas.

[u][b]Disciplinas:[/b][/u] Experta en el uso de la Dominación, su más poderosa arma y con aquella que instaura su voluntad en mortales y en pares. Pese a ser cuidadosa en su uso, suele tener un encanto natural por la misma y no duda utilizarla para machacar la mente de sus rivales. Rechaza la Presencia, pese a dominar las primeras esferas de su uso, sabe de su capacidad pero se niega por orgullo en convertir artificialmente su carisma. En el combate trasciende por la utilización de la Fortaleza, que le permite soportar los daños y flagelos sin perder jamás su elegancia o disciplina, adicionalmente (y por motivos muy horribles) también domina los primeros niveles de la Potencia, permitiéndole convertirse en una peligrosa rival en una pelea.

[i]

[big][u][b]La fuerza de un nombre.[/b][/u][/big]

[center][/center]

¿Te sorprende eso? ¿Podría alguna vez caer en una palabra tan provocativa como “lealtad” para describir todo un linaje de donde se alza mi sangre? Si te sorprende que mi respuesta sea un “no” entonces no sabes nada de los vampiros. La lealtad no es un camino que se gana por la propia voluntad ajena, eso es simplemente paganismo. Al igual que la Königliche Porzellan-Manufaktur de Berlin se necesitan más de doscientos años para lograr la perfección, pero una vez obtenida es tan gratificante entender esa “armonía” que trasciende a mortales y a nuestra querida Kindred.

Supongo que debería señalar que mientras el propio clan Ventrue estaba abandonando la ciudad, fui yo quien emboscó al traidor y lo diabolizó. Esto, por cierto, sería el primero de tres incidentes por los cuales suelen acusar mi presencia como [b]“La peor de todas las Ventrues”[/b] y lejos de incomodar, me da gratitud que sea yo quien deba acarrear el peso de toda la <<Kindred>> en mis espaldas, pues eso es lo que hacen los líderes, incluso si eso me convierte en la portadora de las malas miradas por parte de los borregos.

[/i]