Se quedó en silencio por unos cuantos instantes, primero entrecerró sus párpados, pudo entonces darse cuenta que la rubia no decía esta vez algo para evadir. Las marcas en su piel lo mostraban, y, lo expresado le hizo pensar.

—Incluso la luz puede ser peligrosa por lo que veo

Oscuridad, siempre pensó que su elemento era de todos el menos controlable, pero ahí está, alguien que blande su opuesto clamando porque posiblemente ella tampoco pueda demostrar un control completo sobre el mismo.

—No es difícil aprender a usarlo

-Se quedó de pie fuera del local, observando a la gente pasar sin interés alguno en su entorno. ¡Cómo deseaba alguien con quien hablar! Antares era un poco salvaje y brusco. Sin cuidado al expresarse u opinar.

Era insensible, pero siempre sabía qué decir y era directo al preguntar.

A la pregunta de Arash, sintió un escalofrío, pues era justamente lo que había recordado sobre el pelirrojo: había sido directo.

Tragó saliva y se recargó en el muro de piedra del local del herrero y lentamente fue mostrando su mano izquierda, mostrándole una marca brillante como si hubiese sido grabada con lava, aún emanaba calor y brillo debajo de la piel herida.

—Runas de contención... —Dijo ella mientras le mostraba una de estas con un la forma de un lazo cruzado desde el dorso de la mano hasta el antebrazo.

—Hace unos meses... bueno... algo me ocurrió... y desde entonces, mi luz se desborda y... eso... —No se atrevió a decir más, pues la primera vez, provocó una catástrofe.-

Esta viajera era cuanto mas.. rara, desde su forma de reaccionar hasta el poco cuidado sobre sus propias cosas, era la primera vez en bastante tiempo que cruzaba caminos con alguien asi. Pero al final de cuentas, nadie es para juzgarle. Se dejaría guiar, ambos saldrían juntos mediante dejaban la herreria atrás, facilitando mejor la salida.

- ¿Qué es lo que escondes?

Su pregunta fue un poco mas directa al respecto, no hay molestia pero si un marcado interés por entender, viéndose reflejado en como su mirada se le cruza en aquel instante con ella.

-Tragó saliva al verse descubierta. No tenía caso que insistiera en cubrirse el cuerpo para que no viera las marcas, pues había tenido tiempo -y era obvio- de ver los símbolos en ellos.

Asintió al herrero que solo enarcó una ceja y volvió a lo suyo en una clara posición de deslindarse del asunto.

Le lanzó un par de monedas sobre el yunque y salió rápidamente del local.

—... Aquí no... —

Sintió el cálido viento golpearle la cara y curiosamente se sintió tan fresco por el calor del interior del local. Se quedó de pie en la entrada, esperando que Arash la alcanzara. .-

Se quedo pensando por unos instantes, no es facil de engañar ni mucho menos de vacilar, pero, no es quien para decir algo al respecto de sus acciones. Solo inspiro profundamente, suponia que debia ser lo suficientemente importante como para tener que quedarse por tanto tiempo mas en el pueblo antes de seguir con su viaje.

—Si, precisamente en una herreria.—

Sus miradas se fueron por unos instantes sobre las marcas, la magia fluyendo en medio de estas es inconfundible, parece que la viajera es mas conocedora de lo que aparenta su inexperiencia.

—Marcas runicas ¿Intentas usar un catalizador?

-Se sorprendió por la presencia del varón y de inmediato empujó al herrero con la barra para apartarlo y poder cubrirse rápidamente. Se había estado mandando a hacer algunas marcas, runas máginas que le ayudarían a contener su poder.

—Ah! no, no, son... —se colocó una capa encima, tardarían unas horas en cerrar las marcas ¿cuál sería el pretexto perfecto para esto? —Son tatuajes temporales. —Y sonrió conc alma. El herrero carraspeó ligeramente y lanzó el gancho al agua que hirvió en el instante en que se hundió el hierro.-

¿Esas son cicatrices?