-Alzó ambas cejas al escuchar el nombre ajeno.

—Antares... —Repitió ella en voz baja, impresionada por su nombre.

—Como la estrella —Continuó, con esa voz de sorpresa y admiración. Entonces no pudo evitar sonreír con sincero alivio. —Es... como si la estrella de la suerte por fin me iluminara. —Soltó una risilla divertida y comenzó a andar hacia el frente, ahora siendo ella quien dejara atrás al varón. No tenía prisa por volver a casa, de hecho, no sabían que ella estaba viajando de vuelta a su hogar luego de haber estado en otro reino por mucho tiempo. -

Algo semejante

-El varón tenía habilidades sociales terribles, es por eso que en un principio ni siquiera se molestó en hablar de nombres o una presentación, no tenía tales costumbres como otros seres.-

-Es entonces que, cuando ella logra detener su paso al posarse delante de él, alza una de sus cejas, hasta que sus pensamientos finalmente conectaron en lo que suponía, ella estaba esperando-

Llámame Antares. -Dijo extendiendo su mano, así, estrechando las, como una muestra de lo que bien sería, un nuevo inicio-

—¿Son una especie de... Nómadas? —Había escuchado hablar de grupos de viajeros que se sometían a la orden de un solo líder. ¿Él era uno de esos líderes?

—Por cierto! —Dijo al tiempo que apresura el paso para alcanzarlo, se había quedado un poco atrás al quedarse pensativa.—Soy Hikaru. —Le extendió la mano en señal de saludo y así concretar aquella presentación, pues esperaba él le diera el suyo.-

Clan? -Aquello ciertamente lo dejo fuera de lugar, se detuvo, solo para volver su mirada hacia ella por unos instantes. Le observo de reojo, ciertamente habia ignorado el detalle que estaba en sus vestimentas, y es que el traje cargado de nobleza, semejante al de una especie de princesa no era dificil de identificar, era alguien de la clase alta-

Disculpame, hace tiempo que no conozco lo que es estar en uno -Lo decia en respecto a los clanes familiares; mucho menos era conocedor de la identidad de su padre, algo evidenciado en la enorme extrañeza que yace en su expresion- Supongo que tendras que hablarme mas de eso

-Cerro sus parpados por unos instantes, cruzaria sus brazos mientras acomodaba sus ideas- No pertenezco a alguna familia, soy el lider de mi propio grupo

-Ver volar las cenizas al aire, le hizo darse cuenta que quizás estaba junto a alguien que de verdad, genuinamente podría ayudarla. Sintió incluso alivio mientras asentía.

—Soy una Seiryú,. No somos traidores. — Se olvidó del narciso que había pensado en cortar y lo siguió por aquel extenso campo. Confiada. Había pasado por muchas cosas que podrían hacerla dudar de si había tomado la mejor decisión.

—¿A qué clan perteneces tu? —Comentó ella con calma —si eres un dragón, debes conocer a mi padre. Teníamos un templo antes, a mi padre domina el trueno. — Estaba demasiado interesa en conocer a su nuevo aliado.

Ah, no te preocupes por eso

-Un benefactor inesperado o posiblemente queria otra cosa? Desconocido, Antares tampoco era alguien que dar cosas gratis pero ofrecer un trato a la femina, dado que al parecer estaba sola, seria mas contraproducente que una verdadera ayuda. Se dio la vuelta, sosteniendo la flor entre sus dedos mientras su mirada se desvia hacia el horizonte-

Mientras no me apuñales por la espalda, por ahora me basta

-Y de un momento a otro, la flor se vuelve ceniza, como si su solo tacto prolongado la hubiese destruido. Seguido de esto, el varon simplemente empezaria a caminar, esperando ser seguido.-

-Por un momento, sus hombros decayeron ante la idea de que no habría manera de aprender a manejarlo correctamente. Ella misma quería aprender, pero había sido demasiado difícil sin una guía o un ejemplo. Había pasado demasiado tiempo fuera de casa, su padre se había ausentado, su hermana asentado con su familia, técnicamente estaba sola y su habilidad contra el mundo.

Por fin en mucho tiempo, tenía la oportunidad de un tutor y aunque fuesen pocos conceptos los que podrían enseñarle, podrían ser bases que ayudaran a incrementar su dominio sobre la luz.

Se mordió el labio inferior, cruzándose de brazos mientras lo medita.

—¿Qué quieres a cambio? —Y es que estaba demasiado consciente que nadie ofrecería su ayuda sin nada que pudiera generarle un beneficio.-

-Sus ojos rojizos como la sangre se entrecerraron ante su pregunta, como esperaba, la rubia al parecer no entendia mucho sobre el alcance de su propia capacidad. Podia culparla? No, menos aun pues el comprendia perfectamente eso, solo que desde un extremo muy diferente, e innecesario de mencionar-

Un poder unico no necesita un maestro

-Son sus palabras en respuesta a la mujer, el varon entonces desvia su mirada y cuerpo, inclinandose para tomar uno de los dientes de Leon entre sus dedos, sosteniendolo con la mayor de las delicadezas-

Un poder unico, es algo que debes aprender a usar por ti misma, pero, tengo ciertos conocimientos que podrian serte de ayuda

-Aún su desconfianza era evidente, pero se había relajado un poco ¿Error? no lo sentía así. Después de todo, pensó, si hubiera querido atacarla o lastimarla por obtener su poder, lo habría hecho cuando estaba distraída en el campo.

Ahora bien, su expresión cambió radicalmente, justo cuando habla de su luz. En su familia, su padre era capaz de dominar el rayo, su hermana el fuego, en cambio Hikaru, a duras penas podía controlar su propio poder. Era devastador y doloroso cuando lo usaba para sanar. Temía demasiado al dolor y fue por esto que se había jurado no usarlo a menos que fuese necesario.

—¿tú... sabes de él? ¿Conoces a alguien que también pueda controlarla? —Preguntó con genuina curiosidad.-

-La respuesta de la rubia fue un poco inesperada, generalmente alguien responderia con temor, posiblemente incluso trataria de negarlo, pero ella lo aceptaba, y es mas, parecia estarlo retando en relacion al conocimiento de tal poder, algo que lo hace soltar una risa-

Nada mal -Comenta mientras por unos instantes, su dura expresion se suaviza, niega con la cabeza, dejando salir un leve suspiro mientras sus cabellos bermejos son ondeados por el viento desde detras de el-

Tus habilidades son muy poco existentes en el mundo actual, no hay guerrero o mago que controle la luz, pero tu, aun si fue accidental parecer ser de los ultimos que tienen afinidad con ese elemento

-Su expresion es firme una vez mas, no da un solo paso, mantiene la rectitud en su cuerpo y palabras siendo que ni siquiera parece estar codiciando la.- Simplemente, me dan curiosidad