-Llevaba prácticamente toda la mañana en busca de frutos de almendra para tratar de replicar por su cuenta las galletas que Nairobi le había enseñado hacer. Cansada, se acercó a la orilla del río para quitarse los zapatos y hundir los pies en el agua para refrescarse.-
—Pfff... me duelen los pies... —Se quejó ella en voz baja-