Seguía sorprendido por sus palabras, al mismo tiempo asintió ante su invitación y subió al vehículo de la contraria, así también escuchaba las palabras de los demás, se detonaba la agresividad en sus rostro y poco tiempo después, se largaron.

Todo esto ya estaba empezando a molestarle, el exceso de atención por parte de sus compañeras, los interminables comentarios ofensivos y celos de su compañeros, todo esto por haber hecho un pacto con un demonio.

-Agradezco este gesto Helena, a veces ya no puedo caminar solo a casa, sin ser acosado...

Suspiro el adolescente, negando ligeramente con la cabeza, reposando esta misma sobre la cabecera del asiento y cerrando por un momento sus ojos, dando una pequeña visita en el lago de memorias, reviviendo sus momentos como el chico fantasma, semanas antes del suceso que cambió su vida.