**Centímetro tras centímetro seria abarcado por su andar recorriendo fácilmente los pasillos de lo que se supondría seria un recinto digno de una deidad y mas aun una gobernante como o era el dios del Olimpo ZEUS, pese a eso, aquella deidad que gobierna en lo alto se encontraría ausente, cosa que asta para un primordial de la potestad del rey Urano, no seria ignorada, causando una leve molestia el en pálido semblante juvenil del que tanto se jacta, alterando con su poder de modo indirecto el clima sobre el alto monte divino, causando que la calma se torne tempestad
No era de extrañar esa manera de actuar, dada su ya bien conocida personalidad cruel y despiadada,su dote mas terrible era su poca tolerancia, la cual tendía a exteriorizarse como ataques muy directos y potencialmente asesinos**
-Los Humanos deberían saber cual es su lugar ante un Primordial....-
**Musitaría el dios desde la oscuridad, segundos antes de dejar salir un destello desde su palma, que recorrería todo el trayecto que le faltaba caminar, poco antes de la entrada, asta el centro de la sala olimpica, lugar donde se detendría justo en el mero centro, para después liberar su energía en forma de rayos que pulverizarían todos los asientos aledaños, dejando casi intacto el principal o eso parecía debido a que la mitad superior habría desaparecido junto con el ave que ahora era solo plumas que caen lentamente en dirección al regazo de la fémina
Era mas que claro, su repudio hacia la dama pero aun así se contuvo para no matarla de un solo golpe, estando dispuesto a escuchar nuevamente su asqueroso hablar, en la búsqueda de una razón para no hacer añicos el monte Olimpus en ese mismo instante**
-Asi que ZEUS no esta presente- (suspiraria) -bien, antes de que te arranque de raíz esa asquerosa sonrisa tuya, Dime donde esta!!!-
**Diria el Primordial saliendo de entre las sombras del pasillo que conduce a la entrada principal de aquel recinto, mostrando no solo su cuerpo completo su no también su desdén hacia su contraria, no obstante el dios no llegaba solo de cuerpo presente también lo hacia su terrible presencia, causando que el ambiente en la sala se tornara cósmico dejando ver tras de si mismo, galaxias, estrellas, he incluso cometas dejando de lado el echo de que justo a fuera el cielo descargaba su ira en forma de lluvia, centellas y granizos del tamaño de piedras pequeñas
Dentro era un espectáculo inimaginable, pero fuera era casi una vista infernal y terrorífica
