HelaLokidottir

Mientras miraba los ojos de su hija que tanto se parecían a los de su papa, sintió como ella apretaba sus manos, aquel pequeño gesto de amor por parte de su hija, hizo que su corazón latiera mas rápido, dejando ver el los ojos de la joven madre un brillo especial.
Ahora, cuando su hija empezó a hablar, le presto completa atención a lo que mencionaba, sin embargo, frunció el ceño y negó repetidamente, cerrando los ojos unos momentos y sentir como la joven se lanzaba a sus brazos, correspondiendo al abrazo de forma inmediata y sin dudarlo ni un segundo, acercándose un poco más a su pequeña, dando caricias amorosas a su hija. –Mi niña, no eres un monstruo, calma, esta bien... No tienes que disculparte tu por nada... –Acariciaba su espalda y su cabello, incluso la arrullaba, dando un pequeño beso en su sien y volver a estrecharla, mientras su pequeña lloraba en su regazo, haciendo que la joven madre también lo hiciera de nueva cuenta. –Nunca podría dejar de quererlos o abandonarlos por propia decisión, los amo más que a mi vida misma, no podría tener otra familia u otro esposo... Tú, tus hermanos y tu papá son mucho más de lo que soñé un día, son todo lo que necesito, mi amor... –Subió una mano a los negros y lacios cabellos de su pequeña. –Te juro que nunca más te haré falta... Esta familia nunca va a volver a estar separada o incompleta, y tu nunca volverás a estar sola..– Esbozó una sonrisa, con esperanza, se volvía a sentir bien, completa.