Sintió como esos dientes se aferraban a su carne, la herida no fue profunda pero de un modo u otro fue dolorosa, Nejire se llevó la mano para tratar de parar el flujo de sangre.

— No me toques, Izuku

Amenazar, de nada servía, estaba cansada, hasta un novato podría matarla en esa situación. Volvió a tener cerca a Deku, ella se movía hacia los lados para hacer que la soltara, era una pijama bonita, ahora no podría usarla nuevamente. Sintió ese tirón y juegos leves en su pezón mientras la otra mano se había escabullido a su entrepierna, era algo complicado, no pudo evitar jadear por aquello, esos dedos tan poco amables en sus zonas más sensibles, ¿Que tan malo podría ser? Nejire sentía la pesadez, ahora estaba cansada pero activa, el dolor de aquella herida en su cuello aumentaba Mientras el muchacho sorbia su sangre.

Estaba ahora mismo siendo un poco suave con la heroína, la tocaba a su gusto y ella parecía responder de manera natural aunque fue sólo cosa de tiempo para que esta decidiera alejarlo. Sin embargo en ese momento la estaba mordiendo así que el empujón terminó haciéndole una herida en el cuello. Se relamió la sangre de los labios.

—Claro, eres una posesión. Eres mía en este instante...~

No lo dudó y la agarró de la camisa para desgarrarla. Si ella hubiese cooperado, tal vez sólo se la quitaría, ahora la sedosa prenda ha quedado inútil. Volvió a acercarse tocando directamente sus zonas sensibles, con la siniestra un pezón y la diestra la escabulló en su feminidad para masturbarla. Regresó los labios a la misma zona ahora chupando la herida.

Eso era peligroso e insano, imposible de que pudiese entregarse dócilmente a Izuku, bueno, en sus tiempos de academia había Sido diferente, ahora se sentía culpable de las reacciones de su cuerpo, de lo excitada que estaba y sus pezones respondían de forma bastante natural, endureciendose ligeramente. Ella movió su cuello varias veces queriendo alejar al varón de él, pero solo logro que más mordidas me sacaran suspiros y gemidos así sea pequeños. Quedó ahí, contra una pared dura y tosca mientras el varón atacaba su cuello, sus pezones y ahora su entrepierna.

— Yo no soy una posesión...

Respondió con firmeza para luego poner sus manos en los hombros del villano, no quería permitir aquello, pese a que en el fondo lo amaba no podía entregarse a lo que era ahora, le dió un empujón bastante fuerte.

Aunque ella no lo dijera con palabras, sus gestos la delataban. Sabe que ella lo siente especialmente agradable a pesar de que es una peligrosa aventura entre una heroína y un villano. Subió la otra mano para hacer lo mismo, estimulaba los pezones con toda intención de que estos se remarcaran en esa sedosa prenda que está a nada de ser quitada. Pero por lo pronto disfrutará un poco de este tacto. Acercó sus labios al cuello de la mayor para dar besos descarados, algunas mordidas algo fuertes así como chupetones que dejarían marca. La acorraló bien contra la pared haciéndola separar las piernas para meter la rodilla entre las dos y así frotar la feminidad con su extremidad.

—Eres mía... Senpai... tu cuerpo... todo de ti.~

Dijo con malicia. No era la misma como cuando fue su primera vez con esta, más bien sonaba demasiado posesivo que incluso si hiciera alguna estupidez la mataría sin problema alguno.

— I-Izu... Deku

¿Por qué se sentía así? Tan sumisa ante la voluntad del chico, tenía demasiado tiempo junto a él, tenía demasiado tiempo cautiva, algo diferente, otra tortura, otra molestia que entraba a su cabeza comenzaba a tornarse una peligrosa aventura. Sentir como este le apretujaba el seno era algo bastante agradable, estaba sonrojada, llevo la mirada hacia el suelo y a la izquierda, decir algo en esa situación no era algo que quisiera, además apenas le cambiaban sus ropas de heroína, había estado llena de sangre y semi desnuda tanto tiempo que la seda suave de la pijama de le hacía extraña.

— Uh...

VD

—Tus tetas siempre han sido increíbles Senpai.~

Comentó al mismo tiempo que le agarraba el seno derecho y lo apretujaba. Así ella estuviera usando ropa, sabe dónde está el pezón por lo que su pulgar se situó allí para tratar de estimularlo un poco.

—Aunque pienso que darte esa linda pijama, ahora mismo sobra.~