En cuanto el ajeno salió del cuarto cerró la puerta con llave y quedó apoyado en esta, dando leves sollozos mientras pensaba en cuando eran pequeños y se llevaban "bien " siendo los típicos hermanos.

Necesitaba apoyo, salir a cazar o entrenar, quería distraerse de todo lo que había pasado en esos pocos minutos.

No tengo tiempo que perder en pendejadas inútiles -Se levanto para verle caminar hacia la puerta a decir verdad el tenía cosas mucho más importantes que hacer, se encamino hasta la entrada igual que él- Yo no viviré con ustedes, tengo mi propia mansión y un mayordomo del cual cuidar -Hablo sincero alzando su mano en forma de despedida, como si una parte de él estuviera en calma-

—Tu eras siempre el más maduro... El que anhelaba tener siempre más y más. Yo era el que era frío y más dependiente, que era alejado por nuestro padre por la estricta enseñanza. Madure por fuera, fingiendo frialdad mientras nuestro padre lloraba por tu muerte. —

Se alejó del ajeno mientras secaba sus lágrimas, para luego arreglarse el parche del ojo y levantarse del suelo, caminando a la puerta de su cuarto.

—Dile la verdad si quieres, ya no importa —

Ya dije que no vengo con esas intenciones, no llores Haytham, no tengo motivos ya, eh aprendido bastante -Con cierto temor el cual no dejo ni siquiera ver se atrevió a posar una de sus manos en aquella cabeza dando ligeras caricias en sus cabellos, manteniendo la calma siempre mirando el techo como si pudiera olvidar cada momento vivido en aquel mundo tan distinto al que recordaba- Madura, ya no estas en la edad para lamentarte y esperar a que alguien te consuele

Efectivamente, el joven que poseía un parche en su ojo estaba llorando mientras sentía sus manos doler en demasía ante los golpes que le daba a su gemelo rubio.

—¡Querías matar a Papá! ¡Lo hiciste sufrir! —
Gritó cegado por la rabia hasta que sintió el fuerte abrazó y se quedó sobre el ajeno con el rostro en su pecho.
—No les hagas daño... —

Haytham -Escucho las palabras de este con atención tampoco se sorprendió cuando se lanzo sobre él de aquel modo dando aquellos golpes, no había mueca de dolor en su rostro tampoco dudo en elevar sus brazos y rodear el cuerpo del contrario con suavidad usando la fuerza que tanto había estado guardado con el fin de no usarla jamás- Mejor cálmate o te romperás los huesos

Se sacó el pañuelo de la cara mientras se ponía realmente furioso.
—No estoy llorando.
No quiero sentirte, no quiero oirte y tampoco verte. Quiero que te vayas de mi vida y de la de mi familia. —

Se lanzó sobre el ajeno y usando toda la fuerza que tenía empezó a darle fuertes golpes en todo el cuerpo.

Sabes que no estaba en ti decidir aquello, no te correspondía y mira como te pagan los demonios, dejándome volver pero más fuerte que nunca -Dijo orgulloso hincándose frente a este para tomar su pañuelo y cubrir aquel rostro con el fin de evitarle el mal rato, solo una sonrisa sarcástica se dejo apreciar- No llores, no que eras quién tenía el mejor carácter formado, eh incluso quien tenía la capacidad de acabar conmigo... te ofrezco un trato, si no quieres tener nada relacionado conmigo ignorarme sino deseas aquello entonces, solo intenta no matarme con la mirada frente a nuestro padre

—Lo hice por su bien—
Habló entre dientes el joven de 15 años, que sin poder evitarlo sintió sus ojos llenarse de lágrimas al imaginarse a su padre despreciarlo al saber la verdad.

—Te merecias todo lo que te hice... —
Susurró tratando de que la voz no se le rompiera mientras desviaba la mirada.

No pongas esa carita hermano, papá aún no sabe nada, ni la historia real... Fui brutalmente asesinado ¿No es así? -Comentó la historia que el mayor parecía haberle contado a sus padre, solo pensó un poco toda aquella situación todo lo que a ambos les llevo a matarse entre ellos, aunque a decir verdad el fue engañado y asesinado sin siquiera tener la oportunidad de defenderse- Si el se enterara de que fuiste tu quién intento asesinarme de seguro se decepcionaría bastante