Hayate

-Ella sintió que hubiera sido cuestión de sólo minutos y no de horas, abrió sus ojos lentamente, y de nuevo vio a Hayate, sintió su cuerpo con cierta humedad y cubierto de vendas, ella misma podría auto sanarse, pero por lo bajo de su energía no podría hacerlo, al menos no por el momento, aunque eso sí, al menos la regeneración de las mismas iba sucediendo, gracias a los cuidados de Hayate y el poco descanso que había tenido. Sonrío de forma muy sutil, su mano se acercó a la ajena y la colocó encima.- Gracias por salvarme... Ahora tengo una doble alegría, la primera ha sido verte, y la segunda es que me has hecho querer volver a luchar. -Claire era muy transparente con sus emociones, en contraposición a Hayate que casi todo el tiempo las ocultaba. La voz de ella se oía endeble, aguda y débil. En ese momento no se preocupó tanto por su desnudez, el había hecho lo posible por salvarla.-

... -No hubo respuesta por parte de la felina, al menos no por el momento, se sintió como en su lecho de muerte una voz la llamase para que no muriera, era extraño, parecía la voz de su querido amigo Hayate, pero después de la terrible guerra no lo había visto ni sabía de su rastro, quizá (pensaba) hasta había muerto. Abrió sus debilitados ojos y observó al Zorro Vastaya, sonrío con las pocas energías que le quedaban y extendió su mano de manera suave.- Al menos te he podido ver una última vez... H-Hayate... Me alegra q...que estés vivo... -Y con las pocas fuerzas que reunió simplemente azotó de nuevo su cabeza sobre el suelo, para desfallecer, o mejor dicho, desmayarse, su cuerpo parecía sumamente delgado, lleno de moretones, se notaba la había pasado muy mal, física y emocionalmente.-

-Había pasado aproximadamente un mes desde la guerra entre Jonia y Noxus, la devastación que había quedado en esta segunda región era bastante evidente, habían muchas bajas de personas, tanto guerreros como inocentes, apenas se empezaba a querer ver un resurgimiento de la sociedad Joniana. Sin embargo, en los limites de la región, se encontraba Claire, luchado por regresar a los pedazos que habían quedado de su hogar, tenía hambre y estaba cansada, pues como pudo logró escaparse de Noxus, pues fue prisionera guerra, ahí vivió inumerables maltratos y abusos, practicamente usaban las habilidades de la Vastaya como una especie de droga y potencializador para los cuerpos de los militares Noxianos, caminando se acordó de todos estos horrores, de como su familia murió en manos de esos mismos militares, su cuerpo cayó al suelo, estaba lastimada y sucia, se quedó ahí cuan animal herido y suspiró.- ¿Debería seguir?... He sufrido tanto, mi familia ya no vive... No pude protegerlos... ¿Qué sentido tiene todo esto? -Cerró sus ojos lentamente, como si esperara a la legendaria vulpina para que acudiera por su alma y la llevase al "más allá" a menos de que ocurriera algo extraordinario que lo impidiera.-

Zorro bobo ¿Dónde estáas?

No tienes tanta suerte para que lo fuese... ¿Cómo estás? Hace tanto sin saber de ti. -Ella también estaba aliviada, pero alegre de verlo, puesto que muy seguido se preguntaba por su bienestar, si no se habría metido en problemas, ya que era un Vastaya bastante peleonero y algo conflictivo, pero a pesar de su rudeza sabía que tenía buen corazón. Tomó el rostro del chico y le acercó hacia ella para darle un suave beso en su mejilla y sin poderse contener más le abrazó.- Me alegro que estés bien, sano y salvo, con vida... -Su colita se blandía de un lado a otro inquieta y sus orejitas te mantenían agachadas al igual que sus parpados cerrados.-

-Cuando miró al cielo, sintió en el aire un aroma conocido, que de hecho le sorprendió, abrió sus ojos de par en par por la impresión. Su mirada se vio forzada a voltear hacia arriba y entonces fue que miró a su viejo amigo de la infancia, parecía una ilusión y espejismo, por lo que decidió ir, haciendo un ágil salto llegó a aquel tejado y se sentó a un lado de Hayate.- Que curioso, justo estaba pensando en ti. -Le observó fijamente al joven de lado volcando su mirada miel directo sobre esos ojos purpuras, notándose el sentimiento de añoranza, si siguiera sus impulsos le abrazaría de inmediato-

-Se encontraba de visita en la antigua Jonia, más específicamente en su aldea, apenas algunas casas se encontraban ahí, no había hogar al cual llegar, suspiró suavemente y agachó las orejas con resignación, aunque en parte pudo revivir ciertas menorías, con su familia y con su amigo de la infancia Hayate, ello le hizo retomar de nuevo la sonrisa en sus labios e incluso mover un poco su cola.- Ojalá pudiera verte de nuevo...