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Hatsumi · F
Si eres mío.. -Iba a continúar hablando cuando sus ojos se abrieron en sorpresa al mirar la entrada llena de globos y los mayordomos, estaba acostumbrada a ser mimada por sus padres la mayoría del tiempo y por su novio también pero aquella sorpresa sin duda era la más grande que le había dado y estaba realmente encantada con ello que solo pudo comenzar a llenarlo de besos por toda su carita bonita.-
Volvió a darle una palmaditas dado que sentía como su corazón se encontraba de ansioso, es tan bonita cuando se comporta de esa manera. Pero aunque no tiene caso yo solo soy de una mujer.

Estando cerca del centro comercial la giro solo un poco para que observara su destinido, estaba adornado con globos de colores, y algunos mayordomos esperaban por las ordenes del joven que al cruzar miradas reverenciaron con respeto.
Hatsumi · F
Obvio que si.

-Fruncio su ceño un poco pues era obvio que odiaba las miradas de las mujeres sobre su niño aunque en muchas ocasiones más de una terminaba alejándose lo más que podía de ellos, estaba ansiosa de saber a donse iban o mejor dicho un tanto desesperada porque si no tenía mucha paciencia cuando se trataba de los regalos de su novio.-
Miren como se pone ¡HAHAHA! si las miradas mataran mas de una estuviera bajo tierra.


No respondió a su pregunta, era una sorpresa que tenia preparada dado que pidió con antelación un centro comercial para que fuera solo y unicamente para ellos, si lo alquilo entero para consentir a su niña.
Hatsumi · F
Que ni lo piensen.

-Dio un pequeño salto pese a estar entre los brazos de su novio cuando le dio ese par de nalgadas.-

A donde me llevas?
Usa guarda camisas en cuello V por si pasan ese tipo de sucesos poder parecer un caballero, soltando una carcajada tomo a su pequeña melocotón entre sus brazos, cargándola como un saco de nada mas y nada menos que melocotenes y le dio un par de nalgadas para llevársela.

Créeme con las miradas asesina que le das, no creo que se atrevan a acercarse siquiera.
Hatsumi · F
Pero también te van a ver a ti.

-Hace un puchero cuando lo ve quitarse la camisa aunque también le parecía un lindo gesto de parte de su niño.-
No es natural que se te vea la mercancía que es mía.


Ya se estaba quitando la camisa, pues no es que no le gusta que su novia se luzca de alguna manera, es debido al hecho que los hombres son algunas veces una bestias incluido el y su niña solo puede ser devorada por sus ojos.

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