《Sólo llegó y se atrevió a tatuarme la piel, cuanta osadía, algo imperdonable, no soy un lienzo, pero he de reconocer que cada trazo me lleno de vitalidad y plenitud》hablaba en sus adentro, en ese momento la mente debatía una batalla interna; el sabor a la libertad o el gozo que cada trazos le causaba y cada vez la condenaba más.