Entiendo...

—Suspiró nuevamente, terminando la fruta que había tomado con anterioridad, agradeciendo por esta.—

Ya lo intente solo dos de ustedes nos darán su bendición pero es suficiente para que mi gente luche y muera sin temor

—Sin duda nunca iba a comprenderás la necedad para, si o si, caer en guerra.
Se alzó con cuidado, observándolo por un momento y suspirando pues, aunque no estaba de acuerdo y conforme mucho menos, asintió suave.—

Tendrán mi bendición y trataré de protegerlos, hablaré con los pocos dragones que conozco también.

Las guerras jamás son buenas siempre habrá grandes pérdidas para ambos bandos y será mayores para nosotros si no tenemos la bendición de un dragón. No tengo interés en que luchen con que estén presentes para motivar a mi gente será suficiente

¿Guerra?

—El escuchar aquello lo hizo suspirar y realizar una reverencia, una disculpa pues su respuesta era negativa.—

Lo siento, yo no soy un guerrero.
Pero conozco bastantes dragones que quizá podrían ayudar. La última guerra de la que fui espectador terminó en mal para mi.

La guerra se aproxima a estas tierras, deseo pedir la protección de los dragones para que nuestra tierra prospere incluso en el futuro... China esta de acuerdo en pagar lo que los dragones pidan a cambio

—Luego de analizar la fruta por un momento, mordió con gusto esta, sonriendo y observándolo de nuevo.—

¿Y a qué se debe tu danza para atraer a dragones?

-elevó la cabeza aunque mantuvo su mirar bajo para no faltar el respeto a la deidad dragón hasta esperar tener alguna aprobación -

—Se quedó mirandolo, como animal desconfiado después de todo pero acercándose poco a poco ante los frutos.
Terminó a apenas un metro de él, extendiendo la mano para tomar una de las frutas de la cesta.—

-dejo de danzar al reconocer al dragón, esperaba uno más poderoso es algo que no va a negar pero le servirá uno de agua. Inclino su cuerpo extendiendo las manos con una cesta de frutas pidiendo la confianza del dragón -