— Terapia con puños no suena mal...

Fue tras Harley persiguiendola por aquel espacio que era una fábrica abandonada, un perfecto lugar donde ambas podrían jugar mientras se perseguían.
Cass uso nuevamente su gancho para impulsarse en el aire y alcanzar a Queen, con una maniobra evasiva cae al suelo en frente de ella cortándole paso.

— Podemos pasar todo el día en esto Harley...

Fue caminando hacia ella con calma y con una pose firme en el cuerpo.

— ¿Otra Batgirl? —inquirió en medio de un bostezo, luego de dejarse los ojos manchados con todo el maquillaje que se le corrió durante el llanto y sus intentos por limpiarse. Al tener a la mujer de frente alzó una ceja y se cruzó de brazos—. ¡PERO ESTA SÍ CAMINA! ¡Puntos para Bats! Ya estaba considerando seriamente convertirme en su nueva Robin —aplaude y ríe, aunque lo que salió de su boca después la hizo fingir un semblante serio—. ¿Vienes a querer arrestarme o a darme terapia? —cuestionó con burla, tras hacerle una pedorreta con los labios.

El sonido de aquella cuerda al ser disparada por el arma se engancho a un muro, de esta manera Cass pudo lanzarse hasta el lugar donde estaba Harley y llegar frente a ella. El gancho se recogio en el arma para volver a colocarla en su cinturon.

— Te toca nuevamente encierro en ese viejo hogar que conoces.

De las sombras habia aparecio Black Bat mostrando su figura ante la mujer.

— Por que andas llorando?

— ¿Quién dijo eso? —inquirió con una voz muy aguda, entre sollozos, inocente, volteando el rostro en todas direcciones mientras se limpiaba las lágrimas con las manos—. Ya he estado en Arkham antes, ¡puedo tener la cara como yo quiera!

— Hey Quinzel, nada de caras largas.

La habia encontrado llorando por quien sabe que. La voz femenina encima de un muro cercano a su objetiva se oyo con firmeza y esa caracteristica burlesca como presentacion ante su entrada.

— Las caras largas para Arkham