Sintió el tenedor encima mientras miraba la película. A este punto de su amistad, él ya no se sorprende de los cambios de humor de la rubia.
—Pero tienes bastantes problemas con la ley. Además que seguramente no les daría buena fama aceptarte.— Respondió mientras la mano tomó el tenedor y lo retiró antes que rompiera su pantalón. —No preguntaste. Además es temporal. Sabemos tú y yo que nada puede retenerla, sea edificio, hombre o mujer.
Asiente con inocencia. Tenía la mirada perdida en la pantalla, a veces decía los diálogos antes que la protagonista.
— El amor arruinó mi otra carrera. Entrar a Harvard sería pan comido —estiró su manta por encima de las piernas del otaku para que no se notará que le estaba enterrando un tenedor (salido de quién sabe dónde) en el muslo—. Así que Ivy está en Arkham y no me habías contado —susurró, aún con la mirada perdida en la película.
