— Bien, comencemos a buscar. Por aquí tiene que existir algún libro referente a bloqueos contra maldiciones y encantamientos oscuros. Estamos hablando de algo tan delicado como la mente, tiene que ser sutil, pero efectivo, para que no se pueda dañar nada y sigas siendo tú mismo. Aunque, de todos modos, será muy arriesgado. . .Este tipo de magia solo puede ser usada por magos bastante poderosos. — Estante por estante, Hermione, inspeccionó a detalle, conjuros, maleficios, hechizos de dominio y posesión, todo parecía encontrarse allí, menos el bloqueo que tanto esperaba encontrar. Su búsqueda se vio frustrada cuando Harry le hizo una pregunta, ella se dirigió a él y tomó entre sus manos el objeto con el cual el varón estaba jugueteando, enfatizando especial cuidado.

— ¿Borgin y Burkes? Bien, pero tenemos que ser bastante discretos. Los rumores podrían correr rápidamente, recuerda que todo el mundo sigue tus pasos. — Refutó a la seguridad de Harry, saliendo del lugar en donde había comprado el atuendo necesario para completar su uniforme. Su vista escaneó por completo el lugar, tratando de ser precavida. Al parecer nadie que pudiera representar una amenaza estaba cerca. — Parece que todo está despejado. —

Murmuró en tono de reproche, sin embargo, sus manos se deslizaban curiosas por encima de la tela de algunas de las capas que se encontraban en exhibición. — ¿Estas son especiales? Se ven diferentes, bueno, es decir, a lo que estoy habitualmente acostumbrada. Suelo ir siempre a la misma sección y las capas se ven todas. . .Simples en similitud. —

Aquel comentario incendió muchísimo más, de forma involuntaria sus mejillas. — No es divertido, concentrate Harry. — Trató de cambiar el tema, siguiendo los pasos del azabache. — Tenía pensado echar un vistazo en la sección prohibida. Sabes que esa podría ser una alta posibilidad de estar cerca a la solución. Si seguimos descuidandonos, tal vez. . .Tal vez las cosas se pondrán peor. — Continuó con su caminata hasta encontrarse en el lugar deseado. Lo había predicho en sus pensamientos, el callejón Diagon estaba a reventar de gente; la víspera de inicio de clases. Tenía pensado esperarlo a fuera, pero su proposición le llamó la atención. — No es necesario Harry, hace un par de semanas hice mis compras correspondientes junto con mi padres antes de salir de viaje a las montañas nevadas. —