Ah, esa clase de familiar. Debí imaginarlo, Fenrir es más respetuoso. -Movió la diestra al hablar; luego de ello, la descansó sobre su cadera.-

Algo mucho peor. Imagino que conoces mejor que nadie el estilo de vida en Helheim, ¿o no? Como sea. ¿A qué has venido, si no es a robarme mi tiempo? ~

—No me refería de esa forma, familiar en el aspecto de criatura mágico que sigue a un mago, ¿Y modales? ¿Qué vas a hacer? ¿Intentar de matarme de nuevo?—

¿Familiar de Fenrir? Eso cambia el contexto, aunque no excusa tu falta de modales. Si eres consanguíneo de Fenrir, lo menos que puedes hacer es arrodillarte ante tu reina.

—Verás... Soy un Dios del panteón nórdico, un ascendido y... Fenrir es mi familiar—

¿”Oh, Hela”?
Es atrevido de tu parte referirte tan directo a mí sin una reverencia. En cuanto a la pregunta, es algo que no te concierne, quien quiera que seas. ~

—Oh, Hela. ¿Qué te trae a estos lares?—