Su cambio tan repentino de palabras lo alertó, se preguntó si debía insistir hasta saber pero luego de unos segundos simplemente asintió y sonrío, besando los labios de su pareja. Iba a ser obediente, tanto que Akihiko no notaría que al final terminaría yendo antes de que este le avisara para descubrir cuál era su secreto.

–Vamos a dormir. Tienes que descansar para rendir mucho mejor mañana.–

Tomo la diestra del menor y le atrajo hasta la cama para recostarse junto a él, dormir entre sus brazos era uno de los placeres más grandes de su vida, cuando Akihiko venía a dormir a su casa Haruki realmente descansaba, se había acostumbrado al calor de su cuerpo y a su respiración que lo arrullaba hasta hacerlo dormir.
Le soltó solo para meterse bajo las mantas invitándolo a que fuera con el, extendiendo sus brazos como si le esperara para abrazarlo, ahora era él quien deseaba servir de apoyo para su pareja, quería ser su almohada y que durmiera placidamente entre sus br